A finales del 2020, cuando Córdoba sufría los más voraces incendios forestales en décadas, dejando 341 mil hectáreas de bosques en cenizas, Rodrigo Vidales estaba en Alemania plantando arboles. Con solo 28 años, este cordobés ejercía su profesión de arquitecto en un estudio que también ejecutaba proyectos de paisajismo.
Cuando se enteró lo que estaba sucediendo en su tierra fue un golpe durísimo. El recuerdo de las zonas devastadas era frecuente y no pasaba un día sin que se comunicara con su familia y amigos para saber cómo estaban ellos.
“Me decían que era tan intenso el fuego que el calor llegaba hasta la capital. Fueron sensaciones tremendas en aquellos días. En Córdoba sabemos que por año se queman unas 30 mil hectáreas, por distintas causas, pero en los incendios de 2020 se quemaron diez más esa superficie. Y a tanta distancia, solo pude sentir impotencia”, recuerda Rodrigo .
En ese momento entendió que lo que estaba aprendiendo en Alemania podría ser de beneficio para Argentina. En diciembre de ese mismo año, armó las valijas y regresó al país. Córdoba lo esperaba y él estaba dispuesto a hacer lo que fuera porque, cual epifanía, había entendido que “lo que le pasa al ambiente nos pasa a todos”.
El proyecto de reforestar el país
Al llegar se encontró con Ignacio Ricci (30), su amigo desde la infancia, y le propuso hacer algo juntos: un emprendimiento que tiene el objetivo de “fabricar árboles” para luego plantarlos y así devolverle a los bosques nativos un poco de su propio oxigeno.
“En tan solo un año, más de 300 mil hectáreas de Córdoba ardieron, dejando estas extensiones de suelo inertes”, precisa. “Más de 900 mil hectáreas fueron arrasadas en el resto del país. Decidimos dejar de preocuparnos y empezar a ocuparnos”, dice Rodrigo, quien creó el perfil @baum.fda en Instagram para mostrar parte del trabajo que hacen.
“Hay mucha gente que también se preocupa por la naturaleza y que quiere hacer algo al respecto. De esa necesidad surge BAUM (árbol en alemán) – Fábrica de Árboles, un emprendimiento que produce árboles nativos de forma masiva. Es una herramienta con la cual todas las personas, empresas e instituciones que quieran aportar al medio ambiente plantando árboles y generando conciencia ambiental, lo puedan hacer”.
El cómo hacerlo implicaba hacerse de un gran espacio físico donde pudieran producir miles de plantines de algarrobo, árbol nativo de su provincia y del país. “Durante 2021, construimos un invernadero en alianza con la cátedra Fruticultura, de la Universidad Nacional de Córdoba, que nos ha asesorado en todos los procesos productivos, trabajando en la producción a gran escala de los árboles”, resume sobre la que considera una respuesta a las necesidades sociales de hacer algo frente a las sequias, inundaciones, deforestaciones, temperaturas extremas, contaminación, entre otros problemas ambientales.
“Plantar árboles nativos es una de las maneras más efectivas que existen para hacerle frente a estos problemas. Pero hacerlo sin concientización no resuelve el problema; por eso, generamos espacios de participación para que la sociedad y hasta las empresas sean parte. Para que el compromiso con el cuidado del medio ambiente sea directo”, asegura sobre el objetivo que desde entonces persiguen.
Con esas vidas vegetales ya creciendo, los amigos entendieron que no podrían realizar una inmediata plantación en la zona que había sido devorada por el fuego, debido a que al suelo le lleva unos años sanar y volver a estar fértil, y buscaron otros espacios por donde comenzar. En ese punto, vieron que otras de las necesidades era “concientizar a la sociedad acerca de la importancia de plantar árboles para combatir las situaciones mencionadas anteriormente”.
Ya con esos dos objetivos en camino, empezaron a delinear un plan para la financiación del proyecto. Para eso, buscan la ayuda de todas las personas interesadas en la supervivencia del planeta. “Desarrollamos una página web para que, quien quiera, aporte $400 por árbol, que luego plantaremos. Una vez que la persona hace su aporte, se le entrega un diploma como donante y cuando el árbol es plantado recibe la ubicación”, explica.
“Hoy podemos producir 100 mil árboles al año y en nuestro espacio ubicado en la localidad de La Calera podemos multiplicar por varias veces esa cantidad”, detalla y dice que anhela tener entre 10 mil y 12 árboles plantados para mediados de mayo. Hasta este momento, ya superan los 8800.
El pasado fin de semana plantaron unos dos mil Parque Dumesnil junto a un grupo de voluntarios y la ONG Agenda Ambiental Córdoba, y quieren hacer lo propio con otros 3 mil algarrobos durante el 7 y 8 de este mes en la Reserva San Martín de Córdoba.
“Se pueden plantar hasta 400 algarrobos en una hectárea, a veces un porcentaje mayor porque hay un índice de árboles que simplemente por la naturaleza no sobreviven”, explica y dice que, una vez plantados “hacemos un seguimiento de los árboles”.
Y explica: “Vamos de vez en cuando a la zona y vemos cuántos sobrevivieron para, en futuras plantaciones, reponer los árboles que no sobrevivieron. Pero podemos aumentar la supervivencia por dos factores fundamentales: cómo producimos los árboles, por la forma en que están hechas las raíces y, segundo, las épocas del año en que se plantan. Lo hacemos hasta mediados de mayo y después hacemos un corte porque empieza el invierno y ya no hay más lluvias. Así nos aseguramos de que el árbol va a sobrevivir”.
“Soñamos con poder plantar 80 mil árboles en 2023. Empezamos por Córdoba, pero queremos hacerlo en todo el país y, por qué no, en otros países. ¡Reforestar es nuestra meta!”.
Si queres colaborar y contribuir con un árbol con solo $ 400 podes contactarlos en www.baumfda.com