En las selvas de Yungas protegidas por el Parque Nacional Aconquija, en Tucumán, encuentra refugio un anfibio único: la rana marsupial de La Banderita (Gastrotheca gracilis) habita exclusivamente en esta zona y se encuentra en Peligro de Extinción, por lo que el personal del área protegida colabora con el proyecto CANOA (Conservación de Anfibios del Noroeste de Argentina) en tareas de investigación y conservación de esta especie.
Desde el Parque se apoya, promueve y participa en los estudios científicos desarrollados por este grupo del Instituto de Ecorregiones Andinas (INECOA, UNJu – CONICET), bajo los proyectos “Conservando a las especies amenazadas de ranas marsupiales de las Yungas de Argentina” y “Programa de conservación Rana Marsupial de La Banderita”.
En este sentido, se brinda apoyo logístico y técnico para las tareas de campo, mientras que los investigadores capacitan al personal del Parque en el manejo y uso de los equipos de monitoreo acústico pasivo de anfibios por medio de los cuales se generan registros auditivos para el estudio de esta especie.
Además, se realizan actividades de educación ambiental y difusión de la importancia que tiene conservar a esta especie única y, para ello, preservar su hábitat en las Yungas tucumanas. Para ello se brindan charlas tanto en escuelas primarias y secundarias como en la cátedra de Vertebrados de la Facultad de Ciencias Naturales e Instituto Miguel Lillo; se promueve su investigación en los diferentes centros científicos de la región y se desarrollan campañas y acciones educativas que incluyen fichas didácticas para colorear y leer, posters y material digital para difusión en redes sociales.
Paralelamente a este proyecto, se inauguraron recientemente un centro de rescate e investigación de anfibios en la Reserva Experimental Horco Molle y un centro de interpretación llamado “La Ventana a las Ranas Marsupiales” con el fin de profundizar los trabajos destinados a la conservación y educación ambiental en torno a estos animales.
Una rana muy particular
Esta rana marsupial es endémica de las laderas orientales de la Sierra del Aconquija, Sierra de Medina y Sierra de Taficillo, en el noroeste argentino, donde vive en grietas de rocas o troncos huecos de árboles desde la selva montana hasta el límite entre el bosque montano y el pastizal de altura de las Yungas. Además de encontrarse en este Parque Nacional, está presente en la vecina Reserva Provincial Los Sosa.
Debe su nombre a una característica singular: luego de la fecundación de los huevos por los machos, estos se depositan en un saco localizado en la espalda de la hembra. En esta bolsa los huevos eclosionan y los renacuajos inician su desarrollo; de allí la referencia que recuerda a los mamíferos que llevan a sus crías en bolsas marsupiales. En el caso de G. gracilis, las hembras transportan huevos y embriones durante el desarrollo temprano pero luego depositan a los renacuajos en pequeños charcos de agua en el suelo del bosque, donde continúan su vida libre hasta alcanzar la metamorfosis y devenir adultos.
Debido a su delicado estado de conservación y su acotado rango de distribución, el Parque Nacional Aconquija representa un área clave para la protección de las poblaciones de esta especie que fue redescubierta en Catamarca y Tucumán después de 20 años sin registros.