En menos de una década la ciudad más grande de toda Sudamérica y principal centro financiero de Brasil se abastecerá al 100% con energía eólica. Al menos ese es el compromiso. Una inversión de 20.000 millones de dólares da idea del interés por lograrlo.
Sin embargo ahora, dadas las excelentes perspectivas económicas del país y ante el previsible crecimiento de la demanda, las autoridades del sector han decidido apostar por la potencia eólica para complementar las infraestructuras energéticas de Brasil.
No es tarea fácil ya que las condiciones orográficas de las zonas escogidas no son las más idóneas pero pese a todo el proyecto va, nunca mejor dicho, viento en popa.
De momento, los responsables del proyecto ya calculan que para finales de 2016 se alcanzarán los 8,4GW de potencia, lo que supondrá un 5,4% de la demanda eléctrica brasileña. Para ello, se conectarán más de 400 turbinas de viento de 100 metros de altura a lo largo de 71 parques eólicos, en lo que llegará a ser la red más grande de molinos de viento de toda Sudamérica.