El primer telescopio de muones de Latinoamérica fue instalado en el volcán Copahue por profesionales del Servicio Geológico Minero Argentino (Segemar), lo que permitirá hacer una “radiografía” del macizo más activo del país y estudiar más detalladamente su estructura interior a partir de una novedosa técnica en el campo de la volcanología.
El director del Observatorio Argentino de Vigilancia Volcánica (Oavv) del Segemar, Sebastián García, precisó que el telescopio de muones (partículas subatómicas que no se descomponen en otras) “forma parte de un proyecto de investigación para la aplicación de una nueva metodología, en el campo de la volcanología que va a permitir intentar comprender el interior del cráter del volcán y hacer inferencias sobre su comportamiento”.
Con la radiografía de muones se puede caracterizar la estructura de un volcán: si la densidad es muy baja, quiere decir que posee una roca que ha sido alterada o que tiene muchas fracturas y, por lo tanto, se trataría de un volcán mecánicamente frágil con tendencia a un colapso.
El volcán Copahue (“lugar de aguas sulfurosas”, en lengua mapuche) está ubicado en el noroeste de la provincia de Neuquén, en el límite entre Argentina y Chile, y su historia eruptiva se remonta aproximadamente a 125.000 años atrás y está considerado por los especialistas en volcanología como el más activo del país.
En su cima se reconocen nueve cráteres alineados, de los cuáles el único activo es el más oriental que contiene un lago ácido y presenta actividad fumarólica permanente. En un radio de pocos kilómetros se encuentran las localidades turísticas de Copahue y Caviahue, conocidas por su villa termal y su centro de esquí, respectivamente, y visitadas por miles de personas cada temporada de verano e invierno.
García, explicó que en el Copahue “se registraron al menos doce erupciones en los últimos 250 años, la mayoría de ellas de baja explosividad“.
“El último ciclo eruptivo se inició el 22 de diciembre de 2012 y continúa hasta la actualidad, ya que se presentan manifestaciones recurrentemente, con emisión esporádica de ceniza, pequeñas explosiones en el interior del cráter y actividad sísmica de magnitud variable”, precisó el volcanólogo.
Además, señaló que el lago cratérico “ha experimentado vaciamiento y recuperación posterior, evidenciando un sistema altamente dinámico”.
“Todo esto pone de manifiesto la gran importancia de poder estudiar y comprender la dinámica y el funcionamiento de este volcán, con el objeto de salvaguardar la vida de las personas que viven en las localidades de Caviahue y Copahue, y todo el flujo turístico que visita la zona regularmente”, añadió García y destacó que “es uno de los volcanes mejor monitoreados de la Cordillera de los Andes”.
El proyecto de instalación del telescopio de muones, el análisis y la recolección de los datos sobre el volcán es parte de la tesis de doctorado del geofísico Matías Tramontini, becario del Conicet.
Se espera para marzo tener una cantidad suficiente de datos para realizar un primer análisis de la información para conocer mejor el macizo más activo del país.
Tramontini indicó a que “el telescopio fue fabricado en Francia, en el Instituto de Física de los 2 Infinitos de Lyon (IP2I), y llegó a la Argentina a través de un convenio que se firmó entre la Universidad Nacional de la Plata (Unlp) y la Universidad Claude Bernard Lyon 1”.