España es el tercer país de la UE que más tecnología eólica exporta, después de Alemania y Dinamarca, según los datos de la Comisión Europea. En 2012, el país ibérico exportó componentes y equipamiento eólico por valor de 1.500 millones de euros.
España no tiene tantos sectores que puedan presumir de exportar tecnología. Y el eólico es sin duda uno de ellos. De hecho, el sector eólico español multiplicó sus exportaciones eólicas por diez entre 1998 y 2012.
A nivel mundial y según los datos de la ONU de 2010 (los últimos disponibles), España se situaba en el quinto lugar del ránking de exportadores de tecnología eólica, por encima de Japón, Francia o Reino Unido.
El desarrollo ordenado de la eólica en España ha permitido que a lo largo de sus veinte años de historia se forme a su alrededor una potente industria que crea valor en todos los eslabones de la cadena de producción, desde las pequeñas empresas de componentes a los grandes fabricantes de aerogeneradores.