La depredación de recursos marítimos en nuestra Zona Económica Exclusiva motivó un novedoso proyecto que busca combatir la pesca ilegal de flotas internacionales, que actualmente se encuentra en tratamiento legislativo y cuenta entre sus impusores a la asociación Wildlife Conservation Society (WCS) Argentina. Aseguran que podría generar un precedente histórico para conservar áreas bentónicas en plataformas continentales extendidas.
Ya obtuvo sanción en la Cámara de Diputados en 2022, donde se apoyó de forma mayoritaria la creación de esta Área Marina Protegida que permitirá, entre otras cosas, frenar la pesca ilegal internacional de arrastre de fondo, una de las actividades más destructivas del lecho marino y su biodiversidad, que acumula más de 200.000 horas de esfuerzo pesquero por año en el área.
La iniciativa para la creación del Área Marina Protegida Agujero Azul que cuidará 148.000 km2 de fondos oceánicos más allá de las 200 millas marinas, está actualmente en tratamiento en el Congreso de la Nación pendiente del tratamiento en la Cámara de Senadores y es vital para su tratamiento que tenga avances antes del 30 de noviembre. Valeria Falabella, directora de Conservación Costero-Marina de WCS Argentina, puntualizó en contacto con el portal MDZ que “es fundamental el tratamiento y aprobación del proyecto este año porque está a punto de perder estado parlamentario”.
El área se localiza en la Plataforma Continental Argentina extendida incorporada como parte de nuestros espacios marinos en 2019 por la Ley N° 27.557, por lo que su protección representará un ejercicio de soberanía a través de la conservación de nuestro mar y sus especies.
Localizada en el talud continental y atravesada por el frente productivo más importante del Hemisferio Sur, el Área Marina Protegida Agujero Azul es una de las cinco áreas geográficas prioritarias de la iniciativa interministerial del Gobierno, Pampa Azul. La protección del área cuenta con el aval de científicos, referentes de la temática y doce de las organizaciones de la sociedad civil más prestigiosas de la Argentina, agrupadas en el Foro para la Conservación del Mar Patagónico.
Las organizaciones argentinas de la sociedad civil que apoyan y promueven la aprobación de esta ley son Aves Argentinas, Fundación de Ambiente y Recursos Naturales (FARN), Instituto de Conservación de Ballenas (ICB), Fundación Vida Silvestre Argentina (FVSA), Fundación Temaikén, Aquamarina, Greenpeace Argentina, Global Penguin Society (GPS), Fundación Patagonia Natural (FPN), Proyecto Sub, la Fundación Cambio Democrático y WCS Argentina.
Los beneficios inmediatos de la creación del Agujero Azul
“La creación del Área Marina Protegida Agujero Azul va a permitir conservar la diversidad de formas de vida del lecho marino en nuestra plataforma continental extendida, poniendo un freno a la explotación descontrolada de la pesca ilegal de flotas internacionales de arrastre de fondo que acumula más de 200.000 horas de esfuerzo pesquero por año.
Allí, este tipo de pesca opera sin regulación ni control, arrasa los fondos, captura recursos transfronterizos compartidos con nuestros espacios marítimos, destruye ambientes bentónicos vulnerables y libera carbono secuestrado, contribuyendo a la crisis del cambio climático y de pérdida de biodiversidad”, sostuvo Falabella, en contacto con este medio.
En sintonía, evaluó que “las Áreas Marinas Protegidas son herramientas indispensables para conservar la biodiversidad, restaurar ambientes y poblaciones, y generar espacios libres de amenazas humanas.
Particularmente, en el Agujero Azul, el Área Marina Protegida Bentónica protegerá ecosistemas marinos vulnerables de alta biodiversidad con potencial valor como reservorio de recursos genéticos.
También conservará sistemas de cañones submarinos que permiten la circulación de nutrientes desde la plataforma hacia la cuenca profunda y son importantes para la captación y almacenamiento de carbono, claves en la mitigación del cambio climático“.
WCS Argentina es una organización de la sociedad civil que desde hace casi 60 años trabaja para cuidar especies y ecosistemas claves de la Argentina.
“Nuestro programa marino, entre otras objetivos, busca identificar áreas en el Atlántico Sudoccidental que son importantes para la biodiversidad, y promueve la creación de una red de Áreas Marinas Protegidas efectivas y representativas de los distintos ecosistemas marinos y sus especies.
Tenemos como visión que nuestro mar integre áreas protegidas con espacios manejados de manera responsable, donde el ser humano desarrolla sus actividades sin dañar la naturaleza”, explicó la referente de la organización internacional.
“Somos una organización que basa sus estrategias de conservación en conocimiento científico, apoyamos proyectos de científicos argentinos que nos ayudan a monitorear el estado de las especies y los ambientes costero-marinos, para asegurar la conservación de la biodiversidad y las funciones ecológicas del Mar Argentino”, agregó.
Falabella dijo que es fundamental que salga esta ley y que se pueda implementar pronto, entre otras cosas para la soberanía.
“Si los senadores logran aprobar el Área Marina Protegida Bentónica antes del 30 de noviembre, se consolidará la estrategia de soberanía nacional a través de la conservación de nuestra Plataforma Continental extendida, según la Ley 27.557 y bajo el mandato de nuestra Constitución Nacional, reafirmando los derechos argentinos reconocidos por el Derecho Internacional”, razonó la Licenciada en Biología.
Finalmente, señaló que también “se generará un antecedente valioso como barrera a las flotas pesqueras internacionales de distancia y su pesca ilegal, y se promoverá el monitoreo sostenido de una zona de alta mar globalmente reconocida por la intensidad de eventos pesqueros ilegales. Y se fortalecerán las estrategias argentinas de diplomacia científica, tecnológica y de innovación”.
Por qué es importante crear el Agujero Azul
Enfrentamos una crisis ambiental sin precedentes con deterioro de los ecosistemas, extinción de especies y pérdida de biodiversidad a tasas nunca antes registradas, como consecuencia de actividades humanas insostenibles. Esta crisis se profundiza por el impacto del cambio climático, también generado por causas antrópicas.
El Mar Argentino está bajo acecho por la pesca ilegal. Una importante flota pesquera internacional de distancia, mayoritariamente de China, España, Corea del Sur y Taiwán, opera sin regulación ni control en el Agujero Azul, al borde de nuestra Zona Económica Exclusiva, en un sector de gran productividad y con menos de 200 metros de profundidad.
Particularmente, la flota que utiliza redes de arrastre de fondo en el área arrasa el lecho marino, captura recursos transfronterizos compartidos con nuestros espacios marítimos y destruye ambientes bentónicos vulnerables, liberando carbono secuestrado y contribuyendo a la crisis del cambio climático.
Las Áreas Marinas Protegidas (AMP) son herramientas claves para proteger especies y ecosistemas.
“El Agujero Azul posee ecosistemas marinos vulnerables de alta biodiversidad con potencial valor como reservorio de recursos genéticos.
También incluye sistemas de cañones submarinos que permiten la circulación de nutrientes desde la plataforma hacia la cuenca profunda y son importantes para la captación y almacenamiento de carbono, claves en la mitigación del cambio climático.
Por todas estas razones, su protección es urgente”, afirmó el Dr. Esteban Frere, investigador del CONICET y de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral.
Desde el segundo ingreso de esta ley al Congreso en marzo del 2022 hasta hoy, el Agujero Azul estuvo expuesto a 235,000 horas de esfuerzo pesquero por parte de la flota arrastrera.
Por eso, los senadores tienen una oportunidad histórica para frenar el accionar de estas flotas y proteger el Agujero Azul.
Al aprobar esta ley, fortalecerán nuestra política de Estado en conservación marina y consolidarán nuestra soberanía en el Atlántico Sudoccidental, generando un precedente nacional y global en la protección de espacios marinos bentónicos y su biodiversidad.