Hace millones de años, un cataclismo en la Tierra cambió el curso de la historia natural de nuestro planeta. Los dinosaurios fueron reducidos a polvo en un evento que ha intrigado a científicos y entusiastas de la paleontología durante décadas, ha sido objeto de numerosas teorías a lo largo del tiempo.
Hace unos 230 millones de años, en un pasado fascinante, los dinosaurios, conocidos como “lagartos terribles,” emergieron en la Tierra.
Estos asombrosos animales prosperaron durante más de 130 millones de años, estableciéndose como los gobernantes indiscutibles del planeta. Sin embargo, su reinado llegó a su abrupto final hace alrededor de 66 millones de años, cuando ocurrió la extinción masiva del Cretácico-Paleógeno, borrando la mayoría de las especies de dinosaurios de la faz de la Tierra.
La hipótesis del impacto de un meteorito
La teoría ampliamente aceptada sobre la extinción de los dinosaurios se centra en un impacto de meteorito en lo que hoy es la península de Yucatán, México, hace unos 66 millones de años.
Este impacto, con una energía equivalente a 10 mil millones de bombas atómicas como la de Hiroshima, desencadenó un tsunami y arrojó a la atmósfera una letal nube de escombros.
La extinción masiva resultante, conocida como el evento Cretácico-Paleógeno (K-Pg), condujo a la desaparición del 75 % de la vida en la Tierra, incluyendo los majestuosos dinosaurios.
Sin embargo, la comunidad científica ha debatido durante años sobre cuáles fueron los principales contribuyentes a la extinción masiva: ¿el azufre liberado por el impacto o el hollín de los incendios forestales posteriores?
La revelación del polvo silicato
Un estudio realizado por un equipo de investigadores belgas y publicado en la revista ‘Nature Geoscience’, arroja nueva luz sobre este enigma. Según los hallazgos, el polvo fino de silicato resultante de la pulverización de la roca del meteorito podría haber sido el factor clave en la extinción.
Los científicos utilizaron simulaciones paleoclimáticas basadas en un análisis de material de grano fino encontrado en un depósito de impacto bien conservado en Dakota del Norte, EE.UU. Este sitio, llamado Tanis, proporcionó datos cruciales sobre el tamaño de grano de la capa del límite Cretácico-Paleógeno (K-Pg).
Los resultados revelaron que el polvo fino de silicato, con tamaños de partículas de aproximadamente 0.8 a 8.0 micrómetros, desempeñó un papel más significativo de lo que se había creído anteriormente. Las simulaciones sugieren que este polvo fino pudo haber permanecido en la atmósfera hasta 15 años después del impacto, contribuyendo a un enfriamiento global de hasta 15 grados Celsius.
El rol del polvo silicato en la parada de la fotosíntesis
Los investigadores argumentan que este polvo de silicato, junto con el azufre y el hollín, bloqueó la luz solar de manera efectiva, deteniendo la fotosíntesis en la Tierra durante casi dos años después del impacto.
Esto, según los científicos, habría sido el factor principal para la extinción masiva de las especies, al interrumpir la cadena alimentaria y desencadenar un colapso catastrófico.
Estos nuevos hallazgos arrojan una perspectiva fascinante sobre el papel del polvo silicato en la extinción de los dinosaurios, resaltando la complejidad de los eventos que llevaron al fin de una era en la historia de la Tierra.
A medida que la investigación continúa avanzando, la comprensión de este antiguo enigma se profundiza, brindando una visión más completa de cómo los dinosaurios pudieron haber desaparecido de la faz de la Tierra.
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