No es ningún secreto que el reciclaje en Estados Unidos no funciona: la Agencia de Protección del Medio Ambiente calcula que la tasa combinada de materiales reciclables como el vidrio, el plástico, el cartón y el papel en la nación es de solo 32 por ciento. Esta cifra refleja la recogida de basura industrial, comercial y residencial.
Pero un nuevo informe que se centra en el reciclaje residencial sugiere que estamos capturando mucho menos material que eso -al menos a nivel doméstico.
La Recycling Partnership, una organización sin ánimo de lucro que colabora con grandes empresas para mejorar los sistemas de reciclado de Estados Unidos, afirma que si nos fijamos solo en las casas y apartamentos, la tasa nacional de reciclado está mucho más cerca del 21 por ciento.
En estados como Montana (9%), Misisipi (8%), Dakota del Norte (9%) y Alabama (9%), la tasa de reciclado residencial es inferior al 10 por ciento. Incluso California, que tiene fama de ser un gran reciclador, solo recicla el 37% de lo que se puede reciclar en las residencias y, por tanto, deja 3,2 millones de toneladas al año de material potencialmente reciclable para los vertederos.
“Es la primera vez que tenemos una imagen completa del panorama del reciclaje residencial en Estados Unidos”, afirma Keefe Harrison, fundador y director ejecutivo de Recycling Partnership. “Estamos viendo una tasa de reciclaje inferior a la que desearíamos. Pero solo cuando se tiene una base sólida se puede medir el progreso”.
Los investigadores, tras recopilar datos durante más de tres años, analizaron detalladamente 9,000 programas de recogida de todo el país. También trabajaron con hogares individuales que reciclan para tener una idea más clara de qué va exactamente al contenedor de reciclaje, qué no y por qué.
La tasa de 21% representa la proporción de material que llega a los hogares y desde allí se recoge y procesa, se vende y se convierte en otra cosa: el verdadero significado de reciclado. Hay muchos pasos en el proceso, y el informe mide las desviaciones a lo largo del camino.
El primer obstáculo es si existe un servicio de reciclado. El grupo descubrió que el 85% de las viviendas unifamiliares del país tenían acceso a algún tipo de reciclaje, pero solo el 37% de las multifamiliares.
Además, existen grandes diferencias entre los distintos estados en cuanto a los materiales que se aceptan para reciclar. En un extremo del espectro está Hawai, que solo acepta alrededor del 50% de los materiales posibles, mientras que el Distrito de Columbia acepta casi el 100%.
Luego está la cuestión de si la gente que tiene acceso lo utiliza. A escala nacional, sólo el 59% de los hogares que pueden reciclar lo hacen. A partir de ahí, lo que ocurre una vez recogida la basura depende del material: en el mejor de los casos, el cartón se recicla en un 32 por ciento. Pero en el caso de los plásticos rígidos, sólo un 1% de 1,5 millones de toneladas al año se recoge y se convierte en otra cosa.
La solución de la asociación es una que también gusta a los cruzados contra el plástico: más leyes de responsabilidad del productor.
Según un informe, si los estados obligaran a los productores de envases a hacerse responsables de sus residuos mediante el pago de tasas, se podría aumentar el reciclaje en un 48 por ciento.
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