El océano sigue siendo uno de los ecosistemas más misteriosos del planeta y los hallazgos allí no dejan de sorprender. En sus profundidades se esconde un fenómeno fascinante: el “oxígeno oscuro“.
Una nueva investigación revela un método alternativo de generación de oxígeno en el fondo marino, conocido como tal.
A diferencia de lo que se sabía hasta ahora, que las plantas y algas producen oxígeno en el océano mediante fotosíntesis, esta sustancia se forma por la interacción con nódulos polimetálicos en el lecho marino.
Este hallazgo es sorprendente y también plantea cuestiones ambientales urgentes, relacionados con la minería submarina. Es que estos nódulos están entre los recursos más codiciados por las empresas dedicadas a la minería submarina.
Oxígeno oscuro: qué es y por qué se debe proteger el océano
El oxígeno oscuro refiere al que se produce en el fondo oceánico durante la noche a través de un proceso llamado quimiosíntesis. Este mecanismo es diferente, ya que las concreciones metálicas que contienen manganeso, cobalto, litio y otros elementos reaccionan con el agua de mar.
Los nódulos actúan como pequeñas baterías que generan corrientes eléctricas, lo cual permite la separación del agua en hidrógeno y oxígeno.
La reciente identificación del oxígeno oscuro, gracias al equipo dirigido por Andrew Sweetman, plantea nuevas interrogantes sobre la capacidad de este oxígeno para sostener la vida en estas zonas del océano.
Qué son los nódulos polimetálicos
Los nódulos polimetálicos despertaron un gran interés en la industria minera, que son abundantes en la Zona Clarion-Clipperton, cercana a Hawái y México.
Estos nódulos contienen altos niveles de metales estratégicos esenciales para la tecnología actual, como baterías de autos eléctricos y dispositivos móviles.
No obstante, extraer estos recursos conlleva graves riesgos. La minería perturbará el fondo marino, dañando los nódulos y poniendo fin a la producción de oxígeno oscuro, que es crucial para muchas especies marinas.
Además, las nubes de sedimentos y el ruido de las maquinarias de extracción tienen efectos negativos en el entorno marino, incluso en áreas alejadas de las zonas mineras.
La existencia del oxígeno oscuro exige reconsiderar las consecuencias de extraer recursos del fondo marino. La explotación de estos nódulos podría perjudicar una función ecosistémica clave, recientemente descubierta, con posibles implicaciones para la diversidad de especies y la disponibilidad de oxígeno en estos entornos.
Por ello, es necesario avanzar hacia un enfoque que integre la ciencia y la tecnología en el desarrollo de políticas adecuadas, en conjunto con tecnologías de reciclaje, para evitar la degradación del ecosistema de aguas profundas.