El tordo amarillo es una de las de las tantas especies autóctonas de América del Sur, el cual se lo puede encontrar en este país, específicamente en la provincia del noroeste argentino como Entre Ríos, Corrientes y Misiones. Sin embargo, estos pájaros se encuentran en grave peligro de extinción, razón por la cual un grupo de expertos en conservación, ONGs y organismos gubernamentales trabajan en conjunto para poder garantizar su supervivencia.
Esta especie es conocida por ser un ave emblemática de los pastizales y humedales pampeanos, pero se distribuyó por todo el país hasta llegar a Misiones hasta el sur de Buenos Aires. Pero su situación provocó que las últimas poblaciones de este animal se centren en Corrientes y cercanías de Gualeguaychú, sobre todo en la Costa Uruguay Sur.
Estos cambios de locación son una clara muestra de la modificación y pérdida de su hábitat, sin mencionar su captura para el tráfico ilegal y el parasitismo de crías por parte del tordo renegrido, factores que provocaron que su población disminuyera un 80% en las últimas décadas.
Hace unos años atrás, el número de ejemplares en el país se encontraba por debajo de los 1.500, una cifra que aún no pudo ser actualizada. Sin embargo, las estimaciones de BirdLife International advierten que solo quedan cerca de 7.000 de estas aves en todo el mundo.
La labor de proteger al tordo amarillo
Ante la grave situación que atraviesan estas aves, un grupo de especialistas en conservación, ONGs y organismos gubernamentales decidieron trabajar en forma conjunta en la provincia de Entre Ríos para salvar al “Ave de Gualeguaychú”, título que le otorgó el Concejo Deliberante de la ciudad.
Para lograr este cometido, los involucrados implementaron una técnica conocida como “Guardianes de Colonia”, la cual replica el método utilizado en la Patagonia con el Proyecto Macá Tobiano. Esta técnica incluye un grupo de expertos y voluntarios que monitorean las colonias de sol a sol, convirtiéndose en custodios de los pocos ejemplares que aún quedan.
Para garantizar el éxito del proyecto, los investigadores acampan en el lugar y dedican largas jornadas a la tareas de conservación, en la que se destacan el entusiasmo y curiosidad de los voluntarios que se suman a este proyecto tan importante para la conservación de esta especie.
Distintos sectores en busca de un mismo objetivo
La misión proteccionista también cuenta con el apoyo de la Municipalidad de Gualeguaychú que durante el mes de octubre firmó un convenio con Aves Argentinas con el fin de implementar un plan integral que fomente la conservación, enfocado en la protección y restauración de los hábitats naturales de esta especie.
Este convenio incluye el monitoreo de su población y la elaboración de un plan de acción con respaldo científico. Asimismo, la organización se compromete en dar apoyo técnico y científico con el objetivo de elaborar planes de manejo y llevar adelante proyectos en las áreas protegidas del municipio, a fin de reforzar las acciones de conservación de la biodiversidad.
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