El aguará guazú (Chrysocyon brachyurus), cuyo nombre en guaraní significa “zorro grande”, es el más grande de los zorros sudamericanos. También conocido como lobo de crin o potrillo, es un omnívoro sagrado en algunas culturas nativas como los tobas y mocovíes.
Con presencia en provincias como Corrientes, Formosa, Chaco, norte de Santa Fe y Córdoba, este de Santiago del Estero y sur de Misiones, el aguará guazú está catalogado como especie amenazada a nivel nacional. Está incluido en varios programas y políticas de conservación de la fauna silvestre.
Características Principales del Aguará Guazú
El aguará guazú tiene un pelaje largo y rojo, con una crin oscura en la nuca y la cruz. Es omnívoro y caza ratas, armadillos, cuises, aves y otros pequeños vertebrados e insectos, complementando su dieta con frutos silvestres. La gestación dura de 62 a 66 días, con camadas de 1 a 5 crías.
En la mitología criolla, encarna la leyenda del lobisón, mientras que en la mitología toba es un ser protector y padre de todos los perros.
Amenazas y Políticas de Conservación
Las principales amenazas para el aguará guazú en Argentina incluyen la destrucción de su hábitat, el comercio ilegal, la captura como mascota, el atropellamiento en rutas y la caza.
Desde Ambiente Nación se llevan a cabo programas y políticas de conservación, como estrategias de conservación del hábitat, actividades de rescate y campañas de concientización.
Brigada de Control Ambiental
La Brigada de Control Ambiental coordina operativos para combatir el tráfico ilegal y políticas de rescate y rehabilitación de ejemplares heridos, extraviados o alejados de su hábitat natural. Catalogada como “especie amenazada” y protegida por la Ley Nacional de Conservación de la Fauna, la captura, caza y comercialización del aguará guazú están prohibidas en todo el territorio nacional.
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