La secretaria de Medio Ambiente de la Provincia de Salta y un equipo de especialistas de la Fundación Bioandina preparó la ceremonia de suelta de un cóndor andino, hallado herido un año atrás.
Se trata de Luracatao: así fue llamado en referencia al pequeño paraje de los Valles Calchaquíes, donde apareció malherido en 2015.
El cóndor tenía perdigones en el cuello y cabeza producidos por el disparo de escopeta, lo cual le produjo una alta intoxicación de plomo en sangre. Sin saber bien qué tenía pero viendo su imposibilidad del lugar, una lugareña lo alojó en su casa, y luego efectivos de la policía dieron aviso a las autoridades de Ambiente, lo que abrió las esperanzas para la recuperación del animal.
El ave, símbolo de la región andina, fue derivado a la sede de la fundación Bioandina, en Buenos Aires, entidad dedicada la a protección de la vida silvestre. Allí, algunos de los perdigones que sufría el cóndor fueron removidos, comenzando de esta manera con un largo tratamiento de quelación para poder retirar por completo el plomo del cuerpo.
Un año después, el equipo técnico anunció que concluyó la rehabilitación del animal y fue liberado en la plaza central del pueblo de Seclantás.