La ministra de Protección Medioambiental del estado de Victoria, Lisa Neville, aseguró que la medida se realizó por el peligro de hambruna que ha producido el fuerte aumento de la población de koalas en los últimos años.
Los koalas no suelen abandonar su hábitat ni siquiera ante una amenaza mortal, algo que conlleva el sufrimiento de estos animales cuando se producen situaciones semejantes.
Aun así, varios representantes la Fundación Australiana del Koala criticaron la decisión de las autoridades.