Seis soldados cameruneses fueron abatidos por cazadores furtivos de elefantes a los que trataban de atrapar en el parque nacional de Bouba Ndjida, en el noroeste de Camerún, confirmaron las autoridades locales.
Los militares sufrieron una emboscada: “Los cazadores furtivos, fuertemente armados, abrieron fuego contra ellos y se llevaron sus cadáveres, pero fueron alcanzados por otra unidad de las fuerzas de seguridad que acudían como refuerzo”.
Las investigaciones preliminares indican que los furtivos habrían acudido a la zona para obtener colmillos de elefante, de los que se extrae el marfil.
Los cadáveres de los seis soldados, entre los que se encontraba un capitán, han sido trasladados a Garoua, capital de la provincia del Norte, a unos 150 kilómetros del Bouba Ndjida.
Este parque nacional, situado muy cerca de la frontera con Chad, es el más grande de Camerún con sus cerca de 220.000 hectáreas, aunque también es el más aislado, lo que facilita las incursiones de los cazadores furtivos.
Entre 2012 y 2014, unos 300 elefantes del Bouba Ndjida fueron abatidos por supuestos furtivos sudaneses, por lo que el Gobierno, que trata de evitar los ataques contra estos paquidermos en peligro de extinción, ha desplegado soldados en la zona.