Un total de 2.671 vacas, toros y terneros que salieron de España en diciembre de 2020 se encuentran a la deriva en el Mediterráneo luego de que Libia y Turquía denegasen su ingreso tras supuestamente detectarles la enfermedad de la lengua azul, una enfermedad vírica no contagiosa para los humanos.
Los barcos Elbeik, que salió de Tarragona con 1.776 cabezas de ganado, y el Karim Allah, que zarpó desde Cartagena con otros 895 más, se encuentran a la deriva y sin ningún puerto que los acepte.
El caso del Elbeik, llegó a Trípoli el 10 de enero, pero las autoridades rechazaron el desembarco de su carga tras haber detectado la enfermedad de la lengua azul en los animales, razón por la que el barco tuvo que abandonar el puerto libio el 25 de enero.
Según explicó el ministerio de Agricultura, el caso del Elbeik “se trata de una operación fallida de un exportador español que iba a vender los animales en Turquía, después intentó venderlos en Libia y tampoco llegó a buen puerto la transacción”.
Sobre el Karim Allah explicó que “el barco zarpó de España con animales provistos de los correspondientes certificados sanitarios y procedentes de áreas libres de lengua azul. Por tanto, los animales salieron sanos del puerto de Cartagena”. Sin embargo, las autoridades sanitarias libias denegaron el desembarco alegando que los animales padecían esa enfermedad vírica.
La denuncia de organizaciones defensoras de los animales, como Animal Welfare Foundation e Igualdad Animal, hizo que España autorizara el retorno. El Karim Allah ya atracó en el muelle de Escombreras, un puerto secundario de la bahía de Cartagena. Por su parte, el barco Elbeik aún se encuentra en Chipre.
Según explicó uno de los abogados de la empresa armadora del Karim Allah, la autoridad sanitaria española indicó que “si el barco tocaba puerto, los animales serían inmediatamente sacrificados” y que “la empresa importadora deberá aislarlos y sacrificarlos dentro del recinto portuario lo antes posible” y “destruir los cadáveres en una planta de tratamiento”, un procedimiento que, según indican, podría llegar a costar hasta “un millón de euros”. Además, las autoridades sanitarias dejaron claro que la carne no podrá destinarse al “consumo humano”.
Por el momento, la Autoridad Portuaria de Cartagena suspendió de manera provisional la salida de buques con ganado vivo hasta que las autoridades competentes esclarezcan las causas por las cuales Turquía y Libia rechazaron el desembarco de los animales.