En un reciente operativo realizado por la Patrulla Rural de Córdoba, se logró desarticular una red dedicada a la caza con jauría, una práctica prohibida en la provincia.
El procedimiento tuvo lugar el miércoles, en las localidades de Justiniano Posse, General Deheza, General Cabrera y Hernando. Como resultado, se rescataron 16 perros, entre ellos galgos y mestizos, y se demoró a 15 personas, incluyendo cuatro menores de edad.
Operativo contra caza con jauría en Córdoba
Hace pocos días entró en vigencia la nueva temporada de caza menor, a través de la Resolución 170/25 del Ministerio de Ambiente y Economía Circular, que habilita la caza de especies de pequeño tamaño tales como la liebre europea, inambúes (perdices y martinetas), loras y palomas.

Sin embargo, para cada especie, hay restricciones y normas específicas.
En este caso, los detenidos estaban cazando fuera del período autorizado, que solo alcanza a los “sábados, domingos, feriados nacionales y/o provinciales”.
Los detenidos en este operativo enfrentan cargos por violar la legislación provincial sobre conservación de fauna y protección animal. Además, se secuestraron elementos utilizados en la práctica ilegal, como una camioneta y un rifle de aire comprimido.
Los perros rescatados fueron trasladados a centros de rehabilitación animal, donde recibirán atención veterinaria y serán evaluados para su posible adopción.
La caza con jauría, una práctica cargada de crueldad
La caza con jauría implica el uso de perros entrenados para perseguir y capturar animales silvestres, como liebres. Esta actividad no solo pone en riesgo a la fauna local, sino que también somete a los perros a condiciones extremas de maltrato y abandono.

En Córdoba, la caza de liebres está permitida solo durante ciertos días y con restricciones específicas, según la Resolución 170/25 del Ministerio de Ambiente y Economía Circular.
La práctica representa una amenaza significativa para la biodiversidad y el bienestar animal. Organizaciones como Fundación Vidanimal han denunciado esta práctica como cruel y retrógrada, instando a las autoridades a intensificar los esfuerzos para erradicarla.
Asimismo, se destaca la importancia de la colaboración ciudadana en la denuncia de estas actividades ilegales.