Cómo evitar que tu perro o gato engorde

Más leídas

La obesidad afecta cada año a más perros y gatos. Numerosos estudios alertan de un problema que crece en paralelo al sobrepeso en los humanos. No es ninguna casualidad. Sin darse cuenta, una parte de quienes conviven con sus mascotas hacen que caninos y felinos acaben adoptando, al menos parcialmente, una forma de alimentarse poco saludable. Hay maneras de prevenir la obesidad en perros y gatos, siguiendo algunos consejos prácticos, y también existe la forma de detectar con claridad cuando el animal está empezando a coger sobrepeso.

Muchos de los propietarios no ven que su perro o su gato ha empezado a engordar o ya sufre de obesidad. Así lo avala un estudio publicado por Purina, fruto del trabajo con cinco universidades distintas (Universidad de Sheffield; Universidad de Australia Occidental; Universidad de Cambridge; Universidad La Trobe; y Universidad de Nottingham), cuyo objetivo es analizar cómo las creencias y comportamientos de los dueños de los animales de compañía están asociados a la obesidad canina. La conclusión, sorprendente: uno de cada tres propietarios de perros no reconoce cuando su animal tiene sobrepeso. Es más, creen que su perro está en su peso ideal, cuando en realidad ya está obeso.

“La obesidad es una patología y puede acarrear enfermedades realmente importantes, como la diabetes mellitus, trastornos articulares, cardiovasculares, dermatológicos, respiratorios, urinarios, hipertensión, pancreatitis, hiperlipidemia, esterilidad y cáncer. Además, de constituir un riesgo anestésico y quirúrgico muy serio”, alerta Alicia Fernández Vitali, auxiliar técnico veterinario especialista en nutrición canina y felina de AniCura Abros Hospital Veterinario.

Los expertos ya califican el sobrepeso y la obesidad en perros y gatos como una pandemia. Las tasas de obesidad y sobrepeso en perros crecieron entre el 2 y el 3% en solo 3 años (2015-2018), según el seguimiento realizado por la Asociación para la Prevención de la Obesidad de las Mascotas, la estadounidense APOP.

La pandemia del coronavirus tampoco está ayudando en algunos casos a revertir el sobrepeso animal, porque las familias pasan más horas en casa y salen menos, a pesar de que en la primera oleada el poder salir a pasear con el perro se convirtió en una excelente excusa para salir de casa.

No solo se ha alterado la rutina de los paseos o las excursiones, ahora más cortas o menos frecuentes, también interfiere en la forma de alimentar a la mascota porque, estando muchas más horas en casa, se acaba sobrealimentando en algunos casos a los animales por simple aburrimiento.

De ahí que los veterinarios y especialistas en alimentación animal enfaticen la necesidad de “ser realistas” sobre el peso de nuestras mascotas y tratar de mantenerlo controlado o de reducirlo en el caso de que constatemos que ya le sobran algunos kilos. Para conseguirlo, ofrecen las siguientes pautas:

Cantidades según tamaño, edad y hábitos

Se debe de calcular la cantidad de calorías que necesita ingerir cada perro o gato, en función de variables como su tamaño, edad, raza o hábitos diarios, y, a partir de ahí, elegir la cantidad de comida adecuada para no sobrealimentar al animal.

Y cuando se aplica un programa para que el animal pierda peso – que siempre debe hacerse con el asesoramiento de un veterinario–, es mejor repartir la cantidad de alimento diario en dos o tres pequeñas tomas. Estas cantidades, espaciadas a lo largo del día, reducirán la sensación de hambre que tendrá el animal.

No dar sobras de nuestra comida

Los expertos coinciden al recomendar no dar sobras de comida humana, ya que esta costumbre añade calorías no deseadas. Muchas familias, con la mejor de las intenciones, premian el buen comportamiento de su mascota con restos del almuerzo o la cena; o es simplemente su manera de expresarle al animal su cariño.

“No debemos dar las sobras de lo que comemos a perros y gatos; hay que cocinar específicamente para nuestros animales con el asesoramiento de un veterinario y experto en nutrición animal, porque su sistema digestivo es distinto al de los humanos”, destaca la veterinaria Maria Pifarré.

“Nuestras mascotas han pasado a ser parte de nuestra familia y por lo tanto queremos compartir con ellas no solo momentos y juegos, sino también nuestro tipo de alimentación”, advierte Fernández Vitali. Es una filosofía que puede inducir a malas prácticas.

Precisamente, entre los temas de debate, desde hace ya algunos años, está el si es mejor la alimentación casera o la preparada y elaborada de forma industrial. El pienso o una dieta natural tienen aspectos positivos y negativos que no están en ningún caso reñidos con una alimentación equilibrada que ayude a prevenir el sobrepeso.

Hay cierta confusión entre los propietarios, en parte por el exceso de oferta y formas de alimentar a nuestra mascota. “La mayoría de los dueños de mascotas están abrumados con las opciones de alimentos para mascotas y los consejos dietéticos contradictorios, y piden ayuda y recomendaciones nutricionales de los veterinarios. Los consejos deben ir más allá de hacer ejercicio y controlar el peso”, destaca el veterinario Ernie Ward, presidente la APOP americana.

También hay posiciones intermedias: piensos preparados y latas de comida para perros y gatos en el día a día, con la introducción de ingredientes naturales de forma aleatoria.

Esto, en ningún caso, debe suponer que el perro o el gato, además de su comida, vaya picando los restos de la comida de su familia. Aunque sea con ingredientes caseros, debe de ser siempre una alimentación pensada específicamente para su nutrición. “No debemos basar la forma en la que les comunicamos cariño en la comida”, sostiene Fernández Vitali.

Hacer ejercicio para quemar calorías

Hacer ejercicio es un consejo de puro sentido común, el más básico de todos. El animal necesita quemar energía a diario para su bienestar emocional y también para no engordar. Como nos sucede a los humanos, la dieta equilibrada tiene que ser siempre el resultado de una suma-resta entre lo que ingerimos y lo que somos capaces de quemar cada día. No tiene nada que ver la alimentación de un deportista con la de una persona más bien sedentaria que se pasa ocho horas en la oficina.

Algo parecido pasa con nuestras mascotas. “No es igual la alimentación de un perro pequeño que la de uno de 20 kilos, como tampoco es igual un gato que sea muy activo que otro que no se mueva mucho”, destaca la veterinaria Pifarré.

Un paseo muy corto, puramente funcional, para que el perro pueda hacer sus necesidades fuera de casa no es suficiente en muchos de los casos, especialmente si se trata de cánidos de tamaños medios-grandes. Hay que introducir paseos más largos cuando hay más disponibilidad de tiempo, de forma regular y si se puede en espacios naturales donde el perro pueda jugar y correr.

Si hay menos oportunidades de salir, y más ahora con las limitaciones impuestas por la pandemia, hay que intentar fomentar los juegos en casa, con actividades que hagan que el perro y también el gato además de entretenerse tenga que gastar energía (calorías).

Control periódico del peso

El denominado “sistema de condición corporal” se fundamenta en evaluar el estado físico del animal, en perros y también gatos, con la observación de sus costillas, columna vertebral, cadera, cintura y abdomen.

Los expertos recomiendan mantener un control periódico con el veterinario. También se puede anotar en una tabla la evolución del peso, con el número de quilos y la fecha. Hay que tener constancia. Como sucede con las dietas en humanos, no sirve de nada ser muy estrictos unas pocas semanas y después descontrolarse. La pérdida de peso en un animal, como ocurre con las personas, es un proceso progresivo, que implica tiempo y esfuerzo.

Perros y gatos también pueden hacer excepciones en su dieta, aunque en el caso de los animales las rutinas son la mejor manera de conseguir controlar su peso sin mucho esfuerzo. El hecho de que el proceso sea gradual es positivo porque ayudará a evitar el temido efecto rebote.

Aunque la mayoría de consejos para controlar el peso se pueden aplicar tanto en perros como en gatos, los felinos tienen sus particularidades, ya que en muchos de los casos no salen del piso donde viven y los paseos están mucho más limitados.

¿Hay animales más propensos a engordar?

Hay algunas razas más propensas a coger sobrepeso. Entre las razas de cánidos figuran el Labrador Retriever, Basset Hound, King Charles Cavalier, Cocker Spaniel, Beagle, Dálmata, Dachshund, Rottweiler, Golden Retriever y otras razas derivadas de sus cruces.

Entre los gatos destaca el gato común europeo de pelo corto como una de las razas con más facilidad a engordar, según destacan desde AniCura, un grupo de hospitales y clínicas veterinarias especializadas en animales de compañía.

Las mascotas esterilizadas engordan también con más facilidad si no se controla su alimentación. Existen alimentos y piensos formulados específicamente para estos animales.

También ocurre que un animal bien alimentado, de forma equilibrada, también puede engordar. Eso se debe en algunos casos a trastornos endocrinos como el hipotiroidismo, el hiperadrenocorticismo (Síndrome de Cushing) y la diabetes mellitus, advierten desde AniCura. Algunos medicamentos pueden incrementar el apetito (glucocorticoides, antiepilépticos y anticonceptivos).

El sexo del animal también es un factor a tener en cuenta. Las hembras en los caninos y los machos en los felinos son más propensos a tener kilos de más. Y la edad influye. La obesidad está mucho más presente en perros y en gatos de edades avanzadas. Al igual que los humanos, el metabolismo se ralentiza con el paso de los años y es necesario llevar acabo un control más estricto de la alimentación en las mascotas mayores.

Últimas noticias

Cuidadores en EE.UU. se disfrazan de zorro para atender a una cría abandonada

Descubre la sorprendente estrategia utilizada por un centro de vida salvaje para cuidar de una cría de zorro abandonada.