La diabetes, una enfermedad crónica clasificada como una de las principales causas de muerte de todo el mundo, afecta en muchos casos a las mascotas (perro y gato). Esta apreciación se desprende de lo expresado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Noviembre, el mes de la mascota diabética, se utiliza generalmente para tomar conciencia de esta patología, que se estima que afecta a 1 de cada 500 perros y gatos.
La diabetes, una enfermedad de larga duración, afecta la forma en que el cuerpo convierte los alimentos en energía. Los alimentos son ingeridos y transformados en gran parte en azúcar (glucosa), liberándolos por el torrente sanguíneo.
Los perros y gatos, que conviven con las personas a diario, también padecen diabetes. Esta afección no produce dolor y no se manifiesta a simple vista. Sí hay señales que pueden alertar a sus dueños y tomar cartas en el asunto.
Cómo saber si me perro o gato es diabético
Los perros o gatos que padecen diabetes presentan señales que pueden ser detectados por sus dueños:
- Poliuria (orinar con mucha frecuencia)
- Polidipsia (consumir mucha agua)
- Pérdida de peso
- Polifagia (aumento considerado del apetito)
- Hepatomegalia (menos frecuencia)
- Cataratas (en los perros)
- Debilidad en los miembros posteriores (en los gatos)
Perros o gatos diabéticos: pruebas de laboratorio
En el laboratorio, se pueden hacer tres pruebas de diagnóstico para detectar la diabetes en las mascotas:
- Hemograma
- Perfil bioquímico
- Uroanálisis
Qué hacer si mi mascota tiene diabetes
Una vez que se confirmó la diabetes en tu mascota, el veterinario llevará adelante un tratamiento, que puede incluir estos pasos:
- Inyecciones regulares de insulina: la insulinoterapia es la piedra angular en el control de la diabetes canina y felina
- Alimentación adecuada
- Ejercicio regular
- Las hembras deberían ser castradas
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