Los animales representan un gran pilar dentro de las estructuras humanas, su domesticación trajo consigo el asentamiento de sociedades, sin embargo alguno de los efectos negativos de la vida sedentaria es la destrucción y el rezago de sus hábitats, por lo que expertos en el tema han insistido en tomar acciones a favor del bienestar animal y una integración entre la vida silvestre y las personas.
El maltrato animal, la cacería furtiva, el comercio ilegal y la explotación de las especies son algunos de los problemas que se dieron como resultado de los grandes procesos de urbanización y expansión del territorio dominado por seres humanos.
Tener animales silvestres o exóticos para un bien propio, en un sentido de demostrar poder pone en peligro a una gran cantidad de especies que son vendidas y traficadas de manera ilegal a nivel mundial.
Lauria Olivia Arvizu Tovar, académica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), consideró que es necesario establecer un enfoque integral en la educación de niñas y niños para prevenir el maltrato animal.
En entrevista para la Dirección General de Comunicación Social de la universidad mexicana, la especialista aseguró que este problema debe de ser atacado desde diferentes frentes y que si bien se ha avanzado en la tipificación de este delito aún se necesita tomar más acciones para que los animales y humanos puedan convivir en armonía.
Una integración multidisciplinaria
Laura Olivia Arvizu y Eduardo Ramón Tellez Reyes de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la universidad mexicana, en su trabajo “Bienestar Animal en México” publicado por dicha institución académica en formato digital, consideraron que hay múltiples enfoques, desde el filosófico hasta la aplicación de ordenamientos jurídicos, a favor de la vida silvestre.
“Las relaciones entre hombres y animales se han manifestado de diversas formas, algunas de ellas basadas en los beneficios que se obtienen del trabajo”, explicaron los académicos de la UNAM.
Los seres humanos se benefician en gran medida del adiestramiento de estas especies tanto para la producción de alimentos a nivel mundial, investigaciones científicas, animales de compañía para personas con capacidades diferentes, fuentes de afecto y protección del hogar.
La domesticación de los animales terminó por provocar que las tribus del pasado dejaran de emigrar a otros lugares y comenzaran a crear sociedades sedentarias y estables, explican Olivia Arvizu y Eduardo Tellez en su estudio.
Ante la importancia que tienen los animales dentro de la sociedad, los académicos de la UNAM resaltaron la importancia de que los individuos desarrollen habilidades para “interactuar de manera positiva con los animales”, con la finalidad de que se puedan preservar y adaptar las especies a determinados ambientes.
La coexistencia es clave
Desde hace varios años organizaciones internacionales como Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA) y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) han abordado la necesidad de una “convivencia en armonía” entre la vida silvestre y los seres humanos.
El conflicto entre estas especies puede conllevar a la extinción de los animales salvajes, así como efectos negativos como el cambio climático y la pérdida de hábitats, lo que afecta de manera directa a las comunidades tanto locales como internacionales.
La WWF explicó en su más reciente informe que estos tipos de conflictos están escalando en todo el mundo, tanto a nivel de tierra como en el agua, “es claro que el tamaño de las soluciones planteadas hasta ahora no coincide con la magnitud del problema”, explicó la organización internacional.
Al igual que los especialistas de la UNAM, el organismo en defensa de los animales considera que se deben de tomar acciones más contundentes para hacer posible la coexistencia entre la vida silvestre y los humanos.
