Drástica caída de elefantes marinos en Península Valdés: qué pasó

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En la última temporada reproductiva de la especie, se registró un evento catastrófico: una fuerte caída de elefantes marinos en Península Valdés. En las costas de Chubut se ubica la única agrupación continental y de latitud templada de la especie.

Se debió al virus de la influenza aviar de alta patogenicidad. Mató al 97% de las crías (unos 17.000 individuos) y a un “número incierto” de adultos reproductores.

Se realizó un censo en la semana pico de la temporada reproductiva, esta vez con el fin de evaluar el impacto de la epidemia en la población de Valdés.

La caída en la población de elefantes marinos

El equipo de trabajo del censo estuvo conformado por 20 integrantes de distintas instituciones: WCS Argentina, CESIMAR-CONICET, Universidad San Juan Bosco, Universidad de California-Davis, Fundación Vida Silvestre Argentina, Dirección de Conservación de la Municipalidad de Puerto Madryn, guardafaunas del Ministerio de Turismo y Áreas Protegidas de la Provincia de Chubut y guardaparques de la Administración de Parques Nacionales.

Los elefantes marinos del sur son una de las especies icónicas del paisaje costero de Península Valdés y áreas adyacentes. Se distribuyen a lo largo de 300 km de costa.

Elefantes marinos.
Elefantes marinos: por qué la caída en la población.

Esta agrupación mantuvo una leve tasa de crecimiento durante las últimas décadas, habiéndose registrado para 2022 un total de 18.000 crías nacidas.

Sin embargo, en 2023 se registró un episodio de mortalidad masiva. La información fue publicada el lunes en Nature Communications, marcó un cambio notable para la población.

“Fue un episodio sin precedentes que arrasó con una población saludable y décadas de esfuerzos de conservación. Se trató del primer registro mundial de mortalidad masiva de la especie por influenza aviar”, dijo Valeria Falabella, directora de Conservación Costero Marina de WCS Argentina.

La organización trabaja en Argentina desde hace 60 años y realiza investigaciones de monitoreo de elefantes marinos desde 1980.

Cuáles pueden ser las consecuencias

Para evaluar las consecuencias, desde agosto un equipo reducido de científicos registró semanalmente el desarrollo de la temporada reproductiva en sectores acotados de Península Valdés.

En la primera semana de octubre, también sobrevolaron con drones, para obtener un recuento completo de la colonia de península y áreas adyacentes.

Los resultados preliminares son contundentes: el número total de individuos presentes en las costas disminuyó entre un 16% y un 66% según el sector analizado. Específicamente, el número de hembras adultas se redujo entre un 30% y casi un 70%.

Con respecto al recuento de 2022, la cantidad de crías destetadas mostró una reducción del 82%.

El número de crías nacidas en 2024 todavía no se calculó, ya que se deben procesar centenares de fotografías tomadas con drone para las áreas donde no fue posible acceder por tierra. Sin embargo, los resultados preliminares evidencian que el brote de influenza aviar de 2023 impactó con fuerza sobre una población hasta entonces saludable.

“Se requerirán décadas de temporadas reproductivas y de muda en tierra sin disturbios, así como etapas pelágicas con abundancia de alimento, para que la población pueda recuperarse y volver a los valores previos al 2023”, sostiene Falabella.

Elefantes marinos: la importancia de respetar la temporada reproductiva

La fuerte caída de población de elefantes marinos.

El uso público sin control de las playas donde se encuentran los elefantes marinos también puede tener impacto. El tránsito de vehículos todo terreno y la proximidad de pescadores, visitantes y mascotas, afecta el comportamiento de los animales.

El disturbio tiene a veces consecuencias indeseables en momentos clave para su ciclo de vida, como el abandono de la cría cuando la madre se siente amenazada, o los desplazamientos con alto desgaste de energía considerando que ayunan en tierra.

“Esta especie se alimenta en el mar donde permanece la mayor parte del año, y sólo sale a la costa por períodos relativamente cortos. El más importante, entre septiembre y octubre, para la reproducción”, explica Julieta Campagna, Coordinadora del Paisaje Valdés de WCS Argentina.

“Y para mudar la piel de noviembre a marzo, en primer término los juveniles de ambos sexos, luego las hembras adultas y más tarde los grandes machos”, agrega.

“El área más importante de distribución en Chubut es el Área Natural Protegida Península Valdés, aunque también se encuentran animales entre Punta Ninfas y la costa frente a Isla Escondida, donde no existe protección alguna”, remarca la especialista.

“Cada hembra pare una sola cría, que cuida y alimenta durante 3 semanas, período en el que es necesario extremar las medidas para no generar disturbios que las afecten”, indica.

Durante el último mes se conocieron casos de presencia de elefantes marinos en zonas inusuales de la costa, como Mar Chiquita, Mar de Ajó, Villa Gesell, Mar del Plata, y hasta Santa Catarina, Brasil, por lo que resulta imprescindible contar con información sobre cómo comportarse ante el encuentro con estos animales.

Recomendaciones para quienes visitan playas con elefantes marinos

  • Mantenerse a más de 30 metros de distancia de los animales.
  • No arrojarles piedras para provocar que se desplacen.
  • Impedir que los perros se les acerquen.
  • Nunca interponerse entre los animales y el mar.

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