El cóndor que un vecino de Esquel encontró en el patio de su casa sin la posibilidad de volar fue trasladado a Mendoza, en lugar de Buenos Aires, y se comprobó que había recibido perdigones de arma de fuego.
Así consta en un informe difundido por las autoridades chubutenses de Flora y Fauna Silvestre, en base al informe recibido desde la fundación Cullunche de Mendoza sobre la cóndor Quica.
Hacia allí, luego de la oposición de la población de Esquel, fue enviado el viernes pasado.
“Diversos restos alojados en su cuerpo y ala, compatibles con municiones probablemente de más de un calibre, ponen en riesgo su vida”, se resaltó.
“La radiografías de frente y perfil permitieron observar entre 6 y 7 perdigones en diferentes partes de su cuerpo, detectado un elemento más grande que el resto (proyectil) de diferente calibre, o estallado, o dos juntos a la altura del húmero en el ala izquierda”, se indicó en el estudio técnico.
Además, se indicó que “si bien aún faltan los resultados de las muestras de sangre, para medición de niveles de plomo, hemograma y enzimas hepáticas, los hallazgos del protocolo de rehabilitación dejan en claro la importancia de los estudios previos en casos de rescate, antes de poder intentar una liberación en ambiente natural de un ejemplar de fauna silvestre que se encuentra en peligro. Ya se dio comienzo a los complejos tratamientos que el caso requiere, el ejemplar se muestra atenta al entorno y conectada e incluso ha comenzado a aceptar comida”.