La fauna de México es tan diversa, que incluso en un lugar tan fuertemente urbanizado como la CDMX podemos observar una gran cantidad de especímenes y encontramos al mamífero de México.
Muchos de ellos están concentrados en las zonas boscosas de la ciudad, como Chapultepec, Tlalpan, el Desierto de los Leones o el Ajusco.
Sin embargo, otras criaturas, como el tlacuache y el cacomixtle, se pasean por la ciudad y viven en ciertas zonas protegidas, como la Reserva del Pedregal de San Ángel.
El nombre del cacomixtle proviene del náhuatl tlacomiztli, que significa “mitad gato”. Y, de hecho, su fisionomía nos recuerda a un felino combinado con un mapache, por su larga y frondosa cola anillada.
Sin embargo, el cacomixtle no pertenece a la familia de los felinos, sino que está relacionado con los coatíes. En la Ciudad de México, su hábitat principal es la Reserva del Pedregal. Aquí pueden vivir tranquilos, ya que la zona permanece cerrada durante la noche.
Los cacomixtles tienen hábitos nocturnos, lo cual es un factor que ha contribuido a su permanencia dentro de la reserva. Estos curiosos animales comen carne, lo cual ha provocado, en algunos lugares, que se les cace indiscriminadamente.
Esta situación se da más en el campo o en la periferia de las ciudades, donde hay una gran presencia de aves de corral. El cacomixtle es amante del pollo, por lo que muchas veces se meten a los gallineros y causan estragos.
También se les vio en basureros, donde se les puede ver rebuscando los desperdicios para encontrar algo de comer.
Los cacomixtles son omnívoros, así que le entran a todo. No obstante, es imperativo protegerlos, ya que forman parte de la increíble biodiversidad de nuestro país.
Sus números se han reducido como consecuencia de la destrucción de su hábitat, y también porque son presas de animales ferales, como los perros. Así que te llegas a topar con alguno de ellos, simplemente admíralo y déjalo seguir su camino.