Hasta un grado por década ha sido el ritmo de incremento de la temperatura en la Antártica, de acuerdo al explorador antártico de temperaturas desarrollado por la Facultad de Ciencias Agronómicas de la U. de Chile. En el período 2025 a 2044, en tanto, las simulaciones climáticas realizadas por investigadores del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2 y el Centro de Modelamiento Matemático de la Casa de Bello predicen un aumento de 0,5°C a 1,5°C de las temperaturas y entre un 5 a 8 por ciento en las precipitaciones del Continente Blanco.
El impacto de este escenario sobre algas, fauna y microorganismos de la zona antártica y subantártica es el foco principal del proyecto Anillo en Ciencia Antártica “Genomics Antarctic Biodiversity”, trabajo liderado por los académicos de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, Elie Poulin y Julieta Orlando. La iniciativa, impulsada junto a investigadores de la Universidad de Magallanes, Austral, Católica de Chile y de Concepción, desarrollará este verano su segunda campaña de investigación para predecir el destino de la biodiversidad de este lugar único en el mundo ante el calentamiento global, todo esto a partir del estudio del ADN de distintas especies.
Ocho personas compondrán el equipo del proyecto que viajará a la Antártica este verano con el apoyo del Instituto Antártico Chileno (INACh). El primer grupo, a cargo de la profesora Orlando, tiene como objetivo recoger muestras de pingüinos y otras aves marinas en las Islas Shetland del Sur, zona que recorrerán a bordo de la Karpuj, lancha científica perteneciente al INACh. Un segundo grupo, en tanto, se embarcará en el Buque Aquiles de la Armada para buscar bacterias e invertebrados de agua dulce e invertebrados intermareales en distintos puntos de la Península Antártica.
“El cambio climático, combinado con el aumento de las actividades humanas, tanto científicas como turísticas, hacen cada vez más probable la posibilidad de ver una o varias especies exóticas establecerse en la Antártica, con el riesgo que se transforme en una especie invasora”, comentó el profesor Poulin respecto de la línea de trabajo que busca determinar la probabilidad de que el cangrejo subantártico Halicarcinus planatus pueda establecerse en la Antártica, especie que a la fecha registra una aparición en la Península Antártica.
“La mayor parte de las especies endémicas de la Antártica sufrirán una reducción de su área de distribución. Un caso emblemático es el del Pingüino Emperador, donde modelos de nichos que integran datos demográficos, predicen en algunos casos la casi desaparición de esta especie al final del siglo”, sentenció Poulin.