La Guardia Civil descubrió más de 400 tarántulas venenosas pertenecientes a 49 especies diferentes
en un domicilio de la localidad castellonense de Xilxes cuyo propietario se dedicaba a la cría y colección zoológica de artrópodos.
Según fuentes de la comandancia provincial, la actuación se ha llevado a cabo por agentes del Seprona de Burriana dentro de las actuaciones que llevan a cabo para combatir el tráfico de especies protegidas, exóticas o invasoras. Los agentes localizaron la vivienda en la que se sospechaba que estaban los animales, se inspeccionó y se hallaron en ella más de 400 ejemplares pertenecientes a 49 especies diferentes de tarántulas.
La tenencia de estas arañas incumplían diversas irregularidades según el Decreto 145/2000, de 26 de septiembre, del Gobierno valenciano.
En virtud de este decreto el hombre carecía de la licencia municipal, de memoria descriptiva de la actividad y del seguro obligatorio para la tenencia de animales potencialmente peligrosos, por lo que se han incoado diversos expedientes que se han remitido al Ayuntamiento de Xilxes y a los Servicios Territoriales de la Consellería de Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural.
Los animales hallados son venenosos, cada uno con una toxicidad diferente, aunque no suponen un peligro para la vida de los humanos.