El juez de la causa entendió que ‘no sólo quería causar la muerte del perro sino también un sufrimiento innecesario e injustificado’.
Si bien negó todos los hechos, el hombre tendrá que pasar once meses en prisión después que las autoridades comprobaron que había llevado al animal hasta la playa y lo ató a una piedra para que, cuando subiera la marea, se ahogara.
El condenado fue detenido en junio gracias a la investigación que la Guardia Civil inició cuando un ciudadano alertó de que había visto en las redes sociales una fotografía de un perro muerto a orillas del mar en la provincia de Huelva.