La asociación animalista L214 denunció los distintos tipos de maltrato a los que están sometidos los animales de una granja experimental en Francia.
Según afirma la organización, los trabajadores ‘llevan a cabo experimentos para desarrollar y probar la marca de alimentos para animales Sanders, líder francés en nutrición animal y filial del grupo Avril’.
En las imágenes, que pueden herir la sensibilidad, se ve cómo las vacas tienen adherida a sus lomos una válvula por la cual se accede directamente a sus estómagos.
Para la instalación de la misma, las vacas han tenido que someterse a una operación en la que se les ha perforado la carne hasta llegar casi a sus tripas, formando un conducto de 15 centímetros de diámetro llamado ‘ojo de buey’. Además, se ve cómo los empleados tratan a los ejemplares sin cariño y con fuerza.
‘Se ven obligados a vivir encerrados en un edificio con piso de concreto, sin paja, de sus propios excrementos. Por eso, como ciudadanos, hacemos un llamado a los ministros de investigación y agricultura para que prohíban de inmediato los experimentos zootécnicos’, han pedido desde la página web de la ONG.