La actividad marítima utiliza enormes buques que transportan más del 80% de las mercancías comercializadas a través de los océanos. Estas grandes embarcaciones ponen en riesgo a miles de ballenas cada año, que resultan heridas o mueren al ser golpeadas por estos buques, haciendo crecer su tasa de mortalidad.
Estas colisiones son la principal causa de muerte de cetáceos. Aunque es difícil conocer las cifras exactas de víctimas, se sabe que el riesgo que suponen estos choques entre barcos y ballenas afecta a todas las especies de cetáceos en todo el mundo.
Rutas comerciales del Pacífico chileno
Cuanto mayor sea el solapamiento entre las zonas habitadas por ballenas y las rutas comerciales, mayor es el riesgo de que ocurran estos eventos.
Las ballenas son los animales más grandes conocidos en el mundo, alcanzando entre 25 y 31 metros de longitud y pesando entre 100 y 135 toneladas. A pesar de su enorme tamaño, las colisiones con barcos son una de sus principales amenazas. En muchos casos las heridas que sufren son mortales.
Estudios recientes sobre el impacto de colisiones a ballenas en Chile
Según el Centro de Conservación Cetácea de Chile, hay alrededor de 87 especies de cetáceos en el mundo y aproximadamente la mitad ha sido registrada en aguas chilenas. Las ballenas llegan durante el verano del hemisferio sur para alimentarse.
Aunque estas especies están amenazadas de extinción, las causas de su muerte han sido poco estudiadas en las costas del Pacífico de América del Sur. La mayoría de las investigaciones se han centrado en Australia y Nueva Zelanda.
Para comprender las causas de la mortalidad de las ballenas en esta región, más de 20 especialistas en mamíferos marinos se reunieron para realizar un estudio, recientemente publicado en la revista Marine Policy.
El estudio concluyó que, en las últimas cinco décadas, las colisiones con embarcaciones han sido la principal causa de muerte y lesiones en los cetáceos que nadan frente a las costas de Chile.
Entre enero de 1972 y septiembre de 2023 se registraron 226 varamientos de grandes ballenas, de los cuales 141 tuvieron una causa de mortalidad desconocida y 63 estuvieron asociados a colisiones con barcos.
Propuestas para mitigar el impacto
Históricamente, el promedio anual era de cinco muertes, principalmente por colisiones con embarcaciones. Sin embargo, en 2022 se registraron tres muertes por esta causa en tan solo una semana. Este preocupante escenario motivó la creación de un equipo de 22 expertos para investigar y proponer soluciones.
Los investigadores recopilaron datos sobre el varamiento de ballenas proporcionados por el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (SERNAPESCA), universidades, ONG y agrupaciones de expertos. Estos datos fueron cruzados con bases de datos sobre los patrones de tráfico marítimo en cada región y comparados con cifras de otros países.
Los resultados obtenidos alarmaron a la comunidad científica, ya que las colisiones con embarcaciones son, por lejos, la principal causa de muerte no natural en ballenas en Chile. Les siguen los enmallamientos (7%) y la depredación natural (3%).
Las cifras presentadas en el estudio representan una estimación mínima de la mortalidad de los cetáceos, ya que en muchos casos los cadáveres se hunden o son arrastrados mar adentro, sin llegar a varar en las playas.
Áreas críticas para la mortalidad de ballenas
Una de las conclusiones del estudio es que la ballena fin (Balaenoptera physalus) es la especie más afectada por colisiones.Representando el 37% de las muertes registradas. Esta especie ha sido clasificada en Peligro Crítico por el Ministerio del Medio Ambiente en Chile y en categoría Vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Las colisiones se concentran en las zonas portuarias del país. Susannah Buchan, del Centro de Investigación Oceanográfico del Pacífico Suroriental (COPAS Coastal), explica que esto se debe a que las zonas de importancia para las ballenas, como los lugares de alimentación y tránsito, se solapan con zonas portuarias y rutas de tráfico marítimo.
En lo que va de 2025, se han registrado dos cetáceos muertos por colisiones con barcos en Chile: una ballena jorobada en Nehuentúe y un cachalote en Tocopilla. Los investigadores proponen que las embarcaciones reduzcan la velocidad en toda la costa chilena y particularmente en zonas portuarias a no más de 10 nudos (18.52 km/h). Además, sugieren que las regiones de Antofagasta, Valparaíso, Biobío, Los Lagos y Magallanes sean calificadas como Áreas Críticas de Alto Riesgo, donde se implementen restricciones de velocidad y rediseño de rutas marítimas en diálogo con actores locales.
Los acuerdos voluntarios preliminares podrían servir como base para futuras regulaciones nacionales obligatorias sobre tráfico marítimo. También es necesario fortalecer y financiar adecuadamente la unidad de varamientos de mamíferos marinos de SERNAPESCA, establecer acuerdos de cooperación con instituciones de investigación y crear una fuerza nacional para abordar colisiones, coordinada por la Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante (DIRECTEMAR).
Foto de portada: @Panthalassa.
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