Mientras más ahondamos en la naturaleza, mayores son las sorpresas con las que damos. Uno de los ejemplos más recientes de esta situación llegó por parte de un equipo internacional de investigadores que estudió a una especie de rape conocida como Gigantactis. Este pez, de aspecto llamativo, tiene entre sus peculiaridades que casi toda su vida se la pasa nadando boca abajo, según reportan los científicos.
El insólito animal, que lleva la contra a todos los de su clase, se mueve a profundidades que están cerca de los 3 kilómetros. Tiene un señuelo bioluminiscente, que brota del centro de su cara, algo muy común entre la fauna que busca su alimento en la penumbra.
Eso de nadar boca abajo ya se había visto en esta especie desde los 90, pero en aquella ocasión se pensó que era un comportamiento aislado, pero no es así. Los hallazgos de los científicos, que publican un artículo referente a esto en Journal of Fish Biology, demustran que varios ejemplares de este rape reproducían la misma acción por tiempos indefinidos.
¿La razón?
De acuerdo con lo que pudieron observar los investigadores, este comportamiento se da, sobre todo, cuando los rapes están en el fondo del mar. Pasa que los señuelos, al ser tan largos, resultan más útiles cuando el pez se voltea y puede usar esta parte de su cuerpo para buscar presas entre las plantas marinas.
Entonces, la inusual posición para el desplazamiento podría ser beneficiosa en aras de la captura de alimento a través del lecho de los océanos.
En conclusión, estos peces pueden manipular con más facilidad su señuelo cuando están al revés. Esa sería la hipótesis que deja el análisis hecho a varios miembros de la especie.
¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete!