Este pequeño archipiélago escasamente habitado frente a la costa de Ecuador es uno de los mejores escaparates de la evolución, según la UNESCO y es que este lugar cuenta con algunos de los animales salvajes más singulares del planeta. Más de 1.000 especies de vida silvestre que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo, desde las famosas tortugas gigantes hasta los pequeños pinzones que inspiraron la teoría de la evolución del naturalista Charles Darwin quien visitó esta cadena de islas -y muchos otros lugares- durante el conocido “viaje del Beagle” en 1835.
Como las islas Galápagos se encuentran en relativo aislamiento del continente de América del Sur y, por ello, prácticamente intactas, permite que se pueda experimentar un ecosistema, un paisaje y una cadena alimentaria únicos que han evolucionado durante miles de años.
Gracias a este aislamiento, su fauna ha podido evolucionar de manera muy diferente a los animales de cualquier otro lugar del mundo debido a la falta de depredadores importantes y un ecosistema bastante confiable (un ejemplo perfecto es el gigantismo encontrado en las tortugas).
Estos animales son absolutamente únicos, increíbles, enmarcados en un paisaje igualmente espectacular. Y son fabulosos a muchos niveles. El clima es muy favorable por estar tan cerca del ecuador, por lo que el océano y las playas y su flora y fauna hacen de este destino un escenario inigualable. Además, estos animales no han desarrollado el miedo a ser cazados que tienen los animales en otras áreas del planeta. Además es un lugar extremadamente virgen: ningún otro lugar en la Tierra está libre de especies introducidas e invasoras.
Debido a su ubicación remota, las Islas Galápagos, también conocidas como archipiélago de Colón, permanecieron intactas durante millones de años antes del descubrimiento por un ser humano. Son un crisol tan fascinante de especies científicamente significativas que fue nombrado el primer sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1987.
Hoy daremos un paseo por sus fascinantes especies junto con curiosidades científicas sobre la vida silvestre en general de este lugar tan maravilloso que se encuentra a unos 1.000 kilómetros de distancia desde las costas de Ecuador.
La iguana marina (Amblyrhynchus cristatus) es endémica de las Islas Galápagos. No son animales muy ágiles en tierra, pero son excelentes nadadores y, además, representan el único lagarto del mundo que puede alimentarse en el mar. Hay 6 subespecies de iguanas marinas y cada una vive en una isla diferente. Sus colores son muy varopintos según la isla. Puedes ver cómo se vuelven rojas y negras en Santa Cruz, rojo rosado y verde opaco en Fernandina o verde brillante y rojo brillante en Floreana. Respecto a su tamaño, la hembra puede alcanzar entre 60-100 cm en su etapa adulta y pesar hasta 1,5 kgs.
La zayapa (Grapsus grapsus) o abuete negro es una especie de crustáceo muy característica de las islas Galápagos. Es una especie de cangrejo muy llamativa, pues presenta una coloración roja, naranja y amarilla brillante con tonos de gris claro en sus patas y área facial. Este cangrejo se puede encontrar en muchas de las islas, incluida San Cristóbal, y generalmente se encuentran cerca del agua en afloramientos rocosos, cerca de las iguanas marinas.
Las tortugas de las Galápagos (dentro del Complejo Chelonoidis nigra) llegan a vivir 300 a 400 años. Hay una decena de especies conocidas de tortugas gigantes nativas de las Islas Galápagos (más dos especies extintas, la tortuga de Floreana y la de Pinta, de la que el último superviviente fue el “solitario George” que murió en 2012). El único otro lugar donde existen tortugas gigantes es en las Seychelles. Pueden encontrarse tortugas gigantes salvajes en San Cristóbal, Santa Cruz, Pinzón e Isabela; en Española y Santiago, están en las montañas y son más difíciles de encontrar. ¿Sabías que galápago es una antigua palabra española que significa “tortuga”?
El pinzón de Darwin o pinzón de las Galápagos es un ave de color café que bastante curioso: posee un pico muy afilado que utiliza para recolectar semillas, insectos o néctar, pero cuando el hambre apremia en un ambiente seco, es una de las pocas aves que extrae y bebe sangre de forma intencional picoteando el cuerpo de otras aves más grandes como los piqueros o alcatraces.
El león marino de las Galápagos (Zalophus wollebaeki) o lobo marino de las Galápagos se reproduce solo en estas islas y se distribuye ampliamente en las diferentes regiones del archipiélago. Los leones marinos, por su naturaleza, son muy curiosos y no temen a las personas, aunque esto parece haber cambiado un poco desde mediados de los 50. Actualmente se encuentra en peligro, según la UICN. En el agua, estos mamíferos son impresionantes de observar y los buceadores que se encuentran con estas hermosas criaturas tienen siempre anécdotas que contar. Las hembras suelen ser muy juguetonas en el agua.
El piquero patiazul o alcatraz patiazul (Sula nebouxii) es una especie de ave con unas patas muy llamativas en color azul y, probablemente, la especie más conocida de las tres especies de piqueros que se encuentran en las Galápagos, junto con las patas rojas y las Nazca. Galápagos es el hogar de aproximadamente la mitad de las parejas reproductoras de todos los piqueros de patas azules que existen y puedes verlos por todo el archipiélago. Las patas azules de los machos desempeñan un papel importante en el ritual de apareamiento, pues cuanto más azules sean las patas, más atractivos son para las hembras (el color está relacionado con lo bien alimentado que está el macho). Los piqueros de patas azules son buzos expertos y pueden sumergirse en el mar a velocidades de hasta 100 km/h para cazar peces.
La fragata común o fragata real (Fregata magnificens) hace honor a su nombre, sobre todo si nos fijamos en los machos. Sus plumas negras tienen un tinte púrpura iridiscente cuando brillan al sol. En la temporada de apareamiento, sus bolsas rojas de la garganta se hinchan hasta un tamaño increíble, con el objetivo de atraer a una posible pareja. Es la especie más grande de fragata y puede llegar a medir hasta 115 centímetros y una envergadura de entre 2,17 y 2,44 metros de largo.
El Cormorán mancón (Phalacrocorax harrisi) también es un pájaro muy peculiar. Es único, pues ha perdido la capacidad de volar. Sus alas son desproporcionadamente pequeñas, aproximadamente 1/3 del tamaño que se requeriría para volar, pero sus pies palmeados y sus patas fuertes le permiten atravesar el agua, bucear para engullir alimentos como pulpos, peces y anguilas. Esta especie se encuentra en estado vulnerable según la Unión Internacional para la conservación de la naturaleza, pues apenas existen unos 1.500 individuos. Debido a que sus plumas suaves y esponjosas no son impermeables, necesitan secarse en la playa después de cada inmersión.
El pingüino de las Galápagos (Spheniscus mendiculus) es la única especie de pingüino que vive en libertad al norte del ecuador. Con una altura promedio de 49 cm, esta raza de pingüino es bastante pequeña en comparación con las variedades antárticas pero igual de bonita e interesante. Esta especie se encuentra principalmente en la isla Fernandina e Isabela, pero se puede ver en las aguas que rodean el archipiélago.
Hay tres especies endémicas de iguana terrestre: la iguana terrestre de Galápagos, la iguana terrestre de Santa Fé y la iguana terrestre rosa de Galápagos. Puedes encontrarlas tomando plácidamente el sol en las tierras bajas de islas como Isabela, James, Seymour Norte y Santa Cruz. Las iguanas marinas y las terrestres se han apareado ocasionalmente, lo que resulta en una iguana híbrida que no se alimenta en el mar y trepa a los árboles. Estos raros híbridos pueden verse en la isla Plaza Sur.
