Numerosos fanáticos del avistamiento de aves, procedentes de diversos países, visitan en esta época Junín de los Andes, en Neuquén, que con más de 130 especies silvestres en sus alrededores se posiciona como una de las más atractivas para esta creciente actividad turística.
El águila mora, el cóndor, el cauquén, la bandurria, el chimango, el tero, la gallareta y el zorzal son algunas de las aves que pueden avistar con facilidad quienes visitan en primavera esta localidad cordillerana de ríos, lagos y bosques.
En Junín de los Andes, el avistamiento de aves se hace mediante salidas al campo con un itinerario programado de acuerdo a las preferencias del observador.
En estos paseos es posible avistar y reconocer a las aves sin recorrer largas distancias, ya que algunas se encuentran alrededor de los hogares, en los jardines, en las veredas y en las plazas, además de las riberas del río Chimehuín.
La temporada de avistamiento comienza con la primavera, que es la estación adecuada para la nidificación y reproducción de las especies, y coincide con la migración de las aves desde varios puntos de Sudamérica hacia la región.
‘El avistamiento de aves silvestres se ha convertido en una forma de recreación, siendo esta actividad cada vez más popular y tomada en cuenta al momento de realizar actividades turísticas’, señala un comunicado de Turismo local.
Esta actividad puede ser una de las ‘más tranquilas y relajantes que uno puede realizar al aire libre’, asegura el texto, y añade que ‘puede ser efectuada por cualquier persona que esté interesada en el tema’.
En Junín de los Andes se encuentra el club COA (Cóndor Andino), de observadores de aves, coordinados por la asociación Aves Argentinas que agrupa a aficionados a la actividad que promueven el interés por la conservación de las especies y de sus hábitats.
El COA organiza salidas periódicas al campo, para realizar avistamientos con el fin de incentivar a la comunidad a practicar esta actividad recreativamente.
Télam
