Pagan hasta u$s 500 por un escarabajo boliviano en peligro de extinción

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Traficantes japoneses y de otros países, llegan todos los años hasta Coroico en busca de escarabajos Dynastes satanas​ o “rompe focos”, una especie endémica de Bolivia y que se encuentra en peligro de extinción, para venderlos a precios elevados en Asia donde son usados como mascotas, colecciones y en peleas clandestinas.

Una investigación de la revista National Geographic revela cómo está operando el tráfico ilegal de estos escarabajos.

En la publicación se revela que traficantes de insectos japoneses están llegando hasta Coroico en donde contratan los servicios de guías de turismo locales, quienes los llevan hasta los sitios en donde capturan al escarabajo.

Entre los meses de enero y mayo, comunarios de Coroico y localidades aledañas, atrapan al Dynastes satanas utilizando un generador de energía de 250 watts y una sábana blanca. Los escarabajos llegan atraídos por la intensidad de la luz blanca y son atrapados por los cazadores al chocar contra las sábanas.

Los comunarios venden luego cada escarabajo a 200 bolivianos a traficantes japoneses y peruanos, quienes llegan hasta Coroico en busca de estos peculiares insectos. Una vez en Japón, su precio asciende hasta los 500 dólares. Un valor que se determina cuidadosamente de acuerdo a su tamaño, forma y longitud de los cuernos que tiene cada escarabajo.

¿Cómo están operando los traficantes?

El periodista Eduardo Franco relata cómo siguió los rastros de un traficante de insectos en Tokio, quien le manifestó cómo transporta escarabajos ilegalmente dentro de su maleta.

Además, el hombre, quien comercializa con más de 15 especies de escarabajos de distintas partes del mundo en una página de Facebook, le manifestó sus planes de llegar a Bolivia el 2020 para capturar escarabajos ilegalmente.

La investigación también reveló que ahora algunos traficantes les han enseñado a los comunarios a criar escarabajos en cautiverio, para poder llevarse las larvas. Una nueva modalidad que les facilita el paso por los controles en lastrancas, aduanas y aeropuertos.

Mascotas, apuestas clandestinas y peleas de escarabajos
En Japón, el Kabutomushi, como se conoce al escarabajo rinoceronte en japonés, son bastante requeridos para su uso como mascotas por niños y adultos. Tanto, que, durante el verano, los niños salen a los parques urbanos y áreas verdes a atrapar estos insectos.

Incluso, se organizan campeonatos y torneos nacionales, en los que cada niño lleva a su escarabajo a competir. Muchos de estos combates pueden ser vistos también en distintos canales de YouTube.

National Geographic revela que otra actividad que está promoviendo el tráfico ilegal de escarabajos son las peleas clandestinas en internet. Es así, que en varias páginas de la ”Dark Web” se organizan peleas de escarabajos ilegales, en las que corren elevadas apuestas que se pagan con criptomonedas.

Esta modalidad, les permite a los involucrados no dejar rastros sobre su actividad, ya que gran parte de las apuestas están prohibidas en Japón según el Código Criminal del país.

¿Las leyes en Bolivia?

En Bolivia, esta especie está protegida por los artículos 110 y 111 de la Ley del Medio Ambiente N° 1333, además del artículo 223 del Código Penal establece una pena máxima de hasta 6 años de cárcel para las personas que sustraigan o exporten bienes pertenecientes al dominio público.

También, los Decretos Supremos N° 22641 de 1990 y el N° 25458 de 1999 prohíben la captura, colecta y almacenamiento de especies de fauna y flora silvestre del país.

Pese a las leyes, el tráfico de escarabajo aumenta a ritmo alarmante.

El entomólogo Fernando Guerra Serrudo, quien es investigador asociado de la Colección Boliviana de Fauna, en el Instituto de Ecología y el Museo de Historia Natural en La Paz, afirmó con preocupación a National Geographic que si continúan extrayéndose un número elevado de escarabajos la especie puede desaparecer.

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