Un grupo de científicos del Conicet y de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) trabaja para controlar el avance de los jejenes.
Se trata de una especie que se multiplica durante el verano en las zonas húmedas cercanas a ríos afectando las economías locales.
El grupo de especialistas se compone por expertos de la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires (Cicpba), del Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (Cepave, Conicet-UNLP-asociado a Cicpba).
Juan José García, investigador de la Cicpba, explicó que “lejos de ser algo nuevo, este problema viene por lo menos desde el año 2000, cuando el jején colonizó toda la cuenca del Río Salado, que en territorio bonaerense se extiende a lo largo de casi 700 kilómetros y atraviesa más de quince municipios”.
“Llegó desde las provincias del norte argentino a través de las sucesivas inundaciones”, dijo.
Junín fue la primera ciudad bonaerense en padecer la invasión, que continuó en Alberti, Roque Pérez, Bragado y General Belgrano, entre otras.
La presencia del insecto afecta la calidad de vida de las personas pero también a las economías locales, ya que algunos sitios ofrecen atracciones turísticas.
El perjuicio que genera alcanza a la producción agrícola ganadera, porque la mosquita devora a los animales.
Pero también a los trabajadores del sector desde las siete de la mañana hasta que se va el sol”, agregó el científico.
El proyecto que comanda García busca capacitar a los agentes municipales encargados de fumigar y erradicar larvas.