Ranas venenosas en peligro de extinción comenzaron a regresar a su hábitat natural, en el Valle del Cauca, Colombia, gracias a un programa de reproducción.
El proceso se lleva a cabo en laboratorios. Y hasta ahora, 21 ejemplares en peligro crítico de extinción han podido volver a su hogar tras ser rescatados de las redes de tráfico ilegal de animales.
Ya son parte de una nueva colonia de reintroducción de una especie que está en peligro de extinción por culpa de las acciones humanas.
Ranas venenosas en peligro: cómo fue la reinserción
En el 2018, especialistas, organizaciones y autoridades ambientales se reunieron para evaluar el estado de conservación de las especies de anfibios en Colombia.
Se trata de la rana venenosa de Lehmann (Oophaga lehmanni), en Peligro Crítico según la Lista Roja de especies de la UICN por el tráfico ilegal de vida silvestre.
La conclusión de los especialistas fue que, de no lograr la reintroducción de individuos al medio natural, muy difícilmente podría recuperarse de la amenaza de extinción.
Así se generó una alianza y una estrategia para trabajar en la conservación de esta especie de anfibio. Pero faltaban las ranas. No había ejemplares en los zoológicos ni en instituciones colombianas. Fue una coincidencia que, dos meses más tarde, apareció en el Aeropuerto Internacional El Dorado, en Bogotá, un maletín con 216 ranas de diversas especies, entre las que se encontraban algunas Oophaga lehmanni.
La decisión conjunta fue enviar estos ejemplares al Zoológico de Cali para su atención inmediata.
Las ranas miden aproximadamente 3,5 centímetros y tienen llamativas bandas de colores en su piel, mayormente rojo y negro, pero que también pueden variar entre naranja y amarillo.
Así fue el inicio de un esfuerzo colaborativo entre la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC), la Fundación Zoológica de Cali, la Wildlife Conservation Society (WCS), la Universidad del Valle, Parques Nacionales Naturales de Colombia, el Zoológico de Zurich y las comunidades de la cuenca del río Anchicayá, en el departamento de Valle del Cauca, único sitio en el mundo donde habita esta rana.
Se recuperó a 21 ranas
El objetivo común es recuperar las poblaciones naturales de la especie, sin embargo, la iniciativa no pretende únicamente rescatar a los ejemplares incautados, sino reproducirlos en condiciones controladas, en un laboratorio especializado, para luego liberarlos y monitorearlos en su hábitat natural.
De esta manera, a inicios de octubre de este año, se logró la liberación de 21 individuos de la rana venenosa en un punto del Pacífico vallecaucano.
Se suman a un total de 159 ranas que regresaron a su ecosistema en los últimos cinco años, un esfuerzo considerado por los especialistas como “novedoso y único”.
“Hay otros proyectos de reintroducción de mamíferos o de aves, pero especialmente con una rana venenosa, son pocas las experiencias y creo que ninguna ha logrado los resultados que hemos obtenido”, afirma Duván García, biólogo de la Dirección de Gestión Ambiental de la CVC.
“El éxito de este programa se debe justamente a que, desde hace mucho tiempo, muchos expertos e instituciones empezaron a aliarse y a mirar cuáles eran los pasos a seguir”, agrega.
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