Hace algunos días, la reaparición de “avispones asesinos” causó sorpresa en el estado de Washington, en Estados Unidos. La plaga había surgido con fuerza en noviembre y en las últimas semanas regresó para atacar abejas y generar un potencial daño en la agricultura de ese país.
Ahora, otro bicho gigante se sumó a la lista de preocupaciones de los habitantes de Washington: la polilla gitana no nativa. “Este peligro inminente de infestación pone en grave riesgo las industrias agrícolas y hortícolas del estado de Washington y amenaza seriamente el bienestar económico y la calidad de vida de los residentes del estado”, dijo el gobernador Jay Inslee.
Según una agencia gubernamental, las plagas pueden causar daños importantes. “Según el Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos,” las infestaciones grandes (de la polilla gitana asiática) pueden defoliar completamente los árboles”.
“Esta defoliación puede debilitar severamente los árboles y arbustos, haciéndolos más susceptibles a las enfermedades. La defoliación repetida puede conducir a la muerte de grandes secciones de bosques, huertos y jardines”.
Las hembras pueden poner cientos de huevos, según la agencia, que se convierten en orugas y mastican más de 500 especies diferentes de árboles y arbustos. Y debido a que las polillas pueden volar largas distancias, es probable que se propaguen rápidamente por todo el país, dijo la agencia.
La plaga es originaria de Europa y Asia, pero a partir de 1860 se expandió hacia los Estados Unidos introducida por el entomólogo aficionado francés Étienne Léopold Trouvelot. Desde entonces causó daños millonarios en los bosques madereros de EE:UU.