El Departamento de Conservación Ambiental de Nueva York detectó la presencia de cangrejos peludos con garras que parecen mitones en varias masas de agua importantes del estado, incluyendo el río Hudson, el Long Island Sound y el río Nissequogue.
La presencia de estos cangrejos, identificados por primera vez en Nueva York en mayo de 2007, plantea una amenaza significativa para los ecosistemas locales debido a su capacidad de competir con la fauna marina nativa.
El Departamento de Conservación Ambiental explicó en una publicación de Facebook del 5 de junio que estos cangrejos se pueden mover entre aguas salobres y marinas, y agregó que “tienen el potencial de interrumpir los ecosistemas locales al competir con la vida marina nativa”, según citó CBS News.
Estos cangrejos peludos también pueden dañar el equipo de pesca, obstruir los sistemas de refrigeración de las plantas de energía y aumentar el riesgo de inundación al excavar en las orillas de los ríos, lo que provoca inestabilidad y erosión.
De acuerdo con la información proporcionada por CBS News, estos cangrejos peludos, originarios del este de Asia, fueron identificados por primera vez en los Estados Unidos en la bahía de San Francisco.
No fue hasta el 2006 que se documentaron por primera vez en la costa este, específicamente en la bahía de Chesapeake en Maryland. En Nueva York, el primer avistamiento de un cangrejo fue en mayo de 2007.
Cómo son los cangrejos peludos
Los cangrejos, conocidos por su apariencia, poseen garras que parecen mitones en los ejemplares adultos. En el caso de los cangrejos más jóvenes, se recomienda observar una muesca en el caparazón, o concha, entre los ojos y las cuatro pequeñas espinas a cada lado.
El Departamento de Conservación Ambiental de Nueva York ha instado a los ciudadanos a “no devolverlos al agua vivos” si los encuentran. En su lugar, se deben eliminar del entorno y congelar. Además, se anima a aquellos que descubran estos cangrejos a tomar fotos, anotar el lugar del hallazgo y reportarlo a la Oficina de Especies Invasoras y Salud de Ecosistemas.
El impacto de estos cangrejos en Nueva York aún no se conoce por completo. Sin embargo, según el Instituto Smithsonian, las implicaciones en Europa y San Francisco han sido negativas tanto ecológica como económicamente. Estos pequeños crustáceos han sido responsables de robar cebo de pesca y causar daños en los equipos de pesca.
La situación con las especies invasoras se ha intensificado últimamente, primero con la llegada de las arañas Joro, conocidas por su capacidad de “volar” con el viento, y ahora con estos cangrejos que representan una nueva amenaza a la estabilidad de los ecosistemas locales.
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