Comienza con la mamá saliendo a la carretera sola para mostrarles a sus crías cómo se hace. Una vez que llega a la mitad de la carretera, se vuelve hacia los arbustos donde dejó a sus cachorritos que la observan, como si les dijera: “Veis, es así de fácil. Esto es seguro”.
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Después de explorar el camino, mamá regresa para llevar a sus cachorritos al otro lado. Busca coches en movimiento en la carretera, mirando a la derecha, a la izquierda y a la derecha otra vez, antes de decidir que cruzar es seguro.
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Uno de los afortunados testigos, Thinus Delport, cuenta a Latest Sightings la emoción de haber podido ser testigo de algo tan poco usual de presenciar. “Temprano por la mañana, mis hijas y yo salimos del campamento en busca de leopardos. Estaban convencidas de que no había leopardos en el Kruger, ya que ninguna de ellas había logrado ver uno”.
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“Este fue un avistamiento extremadamente poco común, y no se suele ver a una mamá leoparda desplazándose a otro lugar junto a sus cachorros cuando aún son tan pequeños”, añadió. “Hemos visitado el Kruger durante más de 50 años, y ni una sola vez habíamos visto algo como esto. Esto solo vino a mostrarnos que tener paciencia realmente vale la pena”.
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Pero eso no fue todo. Una de las crías decidió, a mitad de camino, que no quería ir al otro lado de la carretera, después de todo. La pequeña cría comenzó a chillar a modo de protesta y se dio la vuelta para regresar al lugar de donde venían.
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Mamá no tenía tiempo para el drama de su cachorro. Salir de la carretera es la prioridad número uno. Recoge a su bebé por el pescuezo, pero no antes de mirar directamente a la cámara. Su mirada es penetrante y su belleza extremamente radiante. Si miras de cerca, parece que levanta una ceja como si dijera: “¿Qué estás mirando?”.