Por qué las inversiones de impacto están ganando cada vez más terreno en el mercado

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Se realizó la quinta edición de Bioferia, la muestra internacional de sustentabilidad y consumo responsable, en el Hipódromo de Palermo desde el viernes 19 hasta el domingo 21 de abril. El evento contó con más de 250 expositores. Allí, representantes de Trasa, Belat y Southern Trust, tres de los principales actores vinculados a las inversiones con propósito, compartieron una charla sobre el impacto de las mismas, la sostenibilidad y el rol de las personas como factores de cambio.

En ese contexto, Ricky Minicucci, fundador de Trasa, empresa dedicada a la inclusión financiera en zonas vulneradas, se ocupó de contar algunos de los hitos que los llevaron a sus desafíos actuales: “Somos una empresa de triple impacto. Llegamos a la Villa 31 en 2017, donde nos convertimos en la primera empresa que entraba allí. Hoy hay más de cincuenta”, contó el ejecutivo. Además, agregó, “se nos ocurrió instalar un cajero automático Pago24 que funciona todos los días y a toda hora. La gente, cuando retira el efectivo, vuelve con las bolsas llenas de mercadería comprada en los negocios del barrio, lo que genera un círculo virtuoso del dinero y el llamado triple impacto: gana el vecino, gana el comercio y gana la empresa.”

“Yo empecé a ver que el sector educativo estaba muy desfinanciado, y que aquellas cosas que la gente considera importantes para la vida no tienen un adecuado financiamiento. A raíz de esto, me encontré con el mundo de las finanzas y el impacto sostenible, donde uno tiene una pregunta y crea a su vez la solución”, reveló Nicolás Cons da Costa, de BELAT. Mientras que Sigrid Tolaba, CEO de Southern Trust, contó que la empresa lanzó un fondo ESG (tomando en cuenta factores sociales, ambientales y de gobernanza) y con ese iniciaron el camino entre el impacto y las finanzas en el que se encuentran actualmente.

¿Rendimientos o personas?

“Cuando vamos a depositar dinero en un banco preguntamos la tasa de interés, pero no preguntamos qué proyectos financia ese dinero depositado, ya que a veces va a industrias que no son de nuestro agrado, como las que contaminan la naturaleza. Por eso nosotros decimos que sí existen las finanzas sostenibles”, remarcó Minicucci, enfatizando la diferencia entre las inversiones que tienen un propósito y se conoce el destino de los créditos, en contraposición a la de los bancos tradicionales, que solo miran el rendimiento.

“Por ejemplo, un proyecto de inversión que tuvimos hace un año fue el de ganadería regenerativa. Después apareció una empresa B, que necesitaba remodelar sus oficinas. Y hace unos meses invertimos en Chocolate para 3, una película cuya temática nos interesaba. E invertimos también en un fondo de la ciudad dedicado a la economía popular. Son todas de impacto positivo”, añadió el fundador de Trasa.

En esa línea, Tolaba, de Southern Truste, complementó: “ESG es una forma de invertir que contempla el medioambiente, el desarrollo social y la gobernanza. Hace dos años y siete meses armamos nuestro primer fondo común de inversión que hoy llega a seis mil millones de pesos, con un rendimiento de setecientos sesenta y siete por ciento. Y en dos mediciones que hemos hecho sobre impacto computamos ya ocho mil toneladas de gases tóxicos evitados. Asimismo, generamos energía verde para más de mil hogares con tres mil seiscientos megavatios, dimos créditos a pymes y mipymes”, puntualizó.

En cuanto al vínculo entre las organizaciones y las personas, Cons da Costa señaló que “no son necesariamente las empresas las que están cambiando, sino la gente, ustedes, nosotros. Tenemos que imaginar un futuro deseado. En este sentido, Banca Ética es una herramienta simple para generar encuentros entre personas que están experimentando formas saludables de relacionarse con el mundo y empresas o proyectos que necesitan financiamiento.”

Contexto complejo, futuro esperado

Más allá de las coincidencias en cuanto al círculo virtuoso de esta forma de inversiones, la realidad del país, como no podía ocurrir de otra manera, se coló en la charla. “Argentina es un desafío. Con una economía ordenada podríamos hacer florecer muchos más proyectos. Es un tema en el que estamos inmersos y a la vez nos excede. Otro punto es concientizar, algo que estamos haciendo ahora acá en la Bioferia”, subrayó Tolaba. Por su parte, Minicucci agregó: “Hay tantos problemas sociales y ambientales que las oportunidades son infinitas.”

Para terminar, Cons da Costa agregó su mirada: “Tenemos que entender que trabajamos siempre en colaboración, que no hay ninguna organización pública, privada o asociativa que por sí sola resuelva los problemas, sino que es un vínculo que se construye con los otros”.

Esta charla, titulada “Hablemos de dinero”, formó parte de las diversas actividades que Trasa llevó a cabo durante la Bioferia. Así fue como también, bajo su unidad de negocios “Apropósito”, presentó 3 casos de éxito dónde grandes marcas contaron cómo pudieron incorporar pequeños proveedores de impacto a su cadena de valor. De esa manera, Arredo, La Anónima y Grow dieron cuenta de su experiencia.

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