Todos ganamos cuando aparecen fósiles y la sensibilidad cultural y el respeto al patrimonio están presentes.
Muchos hallazgos arqueológicos y paleontológicos se dan en el contexto de obras, construcciones o trabajos de cantería.
Esta situación genera una relación de amor-odio puesto que corremos el riesgo de perder los restos y su contexto tan rápido como fueron encontrados.
Pero por suerte estamos avanzando a buen ritmo en este aspecto gracias a los profesionales del sector, aunque el margen de mejora siga siendo muy amplio.
En Algeciras, el sur de España, las obras para la construcción de una carretera aparecen fósiles muy antiguos que ya están siendo estudiados por paleontólogos.
Investigadores a la caza de que aparezcan fósiles
El hallazgo tuvo lugar en la carretera N-350, donde los movimientos de tierras se encuentran bajo la vigilancia de especialistas cazadores de fósiles.
Las obras del Acceso Sur al puerto de la Bahía de Algeciras cuentan con la atenta mirada de María del Carmen Lozano, del Departamento de Ecología y Geología de la Universidad de Málaga, y David Gestoso, arqueólogo de la empresa ASTARTÉ – Estudio de Arqueología. Ellos han encontrado fósiles bastante inusuales en la península ibérica de especies extintas anteriores a los dinosaurios:
“Estamos ante un afloramiento triásico único en Andalucía, con un grado de conservación excepcional en comparación con los aparecidos en la península ibérica correspondientes a este periodo, que se sitúa antes de la época de los grandes dinosaurios”.
Los investigadores han calificado la aparición de estos restos fósiles como un hallazgo “de gran valor científico y patrimonial”. Los primeros análisis ofrecen un marco cronológico datado entre 230 y 200 millones de años de antigüedad. El estrato con los fósiles del triásico está a una altura de unos 1,5 metros y tiene entre 5 y 30 centímetros de espesor.
El registro destaca con una cantidad nada desdeñable de bivalvos: moluscos de los que se conocen unas 13 000 especies distintas. Entre las primeras identificaciones, los especialistas mencionan un ejemplar de Myalinella, un género que sería la primera vez que se encuentra en la península ibérica.
“La información que obtengamos de estos restos será una excelente herramienta para entender y predecir futuros escenarios fundamentalmente asociados a la desertización y a los efectos del calentamiento global”.
La ciencia se abre camino
Para ello, la siguiente fase en el estudio de los fósiles será la reconstrucción paleoecológica y ambiental del yacimiento que, atendiendo a la fauna fosilizada, todo apunta a la existencia de un mar interior en la zona cuando estos moluscos aún vivían.
Esta idea ya se ha planteado en anteriores ocasiones para esta zona del sur de España. Ya en 1977 la revista “Carteya” publicó un artículo de Juan Ignacio de Vicente titulado “Hace 200 millones de años”.
En la pieza se hablaba de fósiles del triásico en Andalucía y se ofrecía un proyecto para crear un Parque Paleontológico con el fin de estudiar la aparición de fósiles con un sistema plenamente científico de la región, sin necesidad de que sea una construcción o trabajos de cantera los que impongan el ambiente de trabajo, menos propicio quizás para el correcto análisis de los tiempos pretéritos de nuestro planeta.
Este nuevo hallazgo se une a otros fósiles encontrados en la zona como los restos de tiburón del Mioceno, dientes de una antigua especie de caballo o los de mamuts encontrados en las localidades de Los Barrios y San Roque.
Todos ellos y cuantos queden por descubrir reclaman la atención científica que merecen como patrimonio paleontológico en un país tan puntero en la materia como lo es España.