Un grupo internacional de científicos liderado por Ian A. Hatton, del departamento de Biología de la Universidad McGill, Montreal, Canadá, ha afirmado, al estudiar la vida en parques y reservas nacionales de los depredadores, que paradójicamente las poblaciones de leones y guepardos no aumentaron en proporción a las poblaciones de herbívoros, sino, por el contrario, disminuyeron.
Después de haber analizado la relación entre los diferentes tipos de animales depredadores y herbívoros que viven en la misma zona, los científicos han deducido una nueva ley de la naturaleza: cuanta más comida tengan los depredadores, menos crías tendrán.
Los autores del estudio explican esta paradoja de la siguiente manera: la organización del ecosistema es sumamente complicada y cuando en un área hay demasiados animales herbívoros, los leones y guepardos tienen difícil convivir con ellos en el mismo territorio. Para solucionar de alguna manera esta situación, los depredadores comienzan a reproducirse menos.