La NASA planea realizar la misión Europa Clipper en uno de los satélites de Júpiter, para ello deberá orbitarla 45 veces con el fin de detectar salidas de vapor de agua y obtener muestras de ellas .
En los próximos 20 años, los científicos podrían hallar vida fuera del planeta Tierra y lo harían en la luna Europa, perteneciente a Júpiter, que alberga debajo de su capa de hielo un océano de agua líquida de cien kilómetros de profundidad, afirmó Kevin P. Hand, astrobiólogo de la agencia espacial NASA.
‘Normalmente cuando el público piensa en vida extraterrestre imagina criaturas raras y platillos voladores, pero lo que los científicos estamos buscando son microorganismos simples y pequeños: hallarlos supondría una revolución para la biología’, señaló.
Existen varias misiones centradas en esta búsqueda y ‘si hay vida en nuestro sistema solar, más allá de la Tierra, tal vez la encontremos en los próximos 20 años’, recalcó el subdirector científico de exploración del sistema solar en el Laboratorio de Propulsión de la NASA en California.
Una de estas misiones es Europa Clipper, de la que Hand habló en el simposio ‘Los orígenes de la vida y su búsqueda en el universo’, organizado por la Fundación Ramón Areces en colaboración con la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, y coordinado entre otros por Carlos Briones, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas español en el Centro de Astrobiología.
El objetivo de esta misión, que la NASA lanzará entre 2022 y 2024, es alcanzar Europa y orbitarla al menos 45 veces para detectar las ‘plumas’ de vapor de agua y analizarlas, unos géiseres que los científicos saben que existen gracias a su detección por el telescopio espacial Hubble.
La siguiente fase de este proyecto será la de depositar sobre la superficie de esta luna un pequeño módulo capaz de realizar análisis ‘in situ’.
Europa es el sexto satélite de Júpiter de similar tamaño que nuestra luna, con un diámetro de aproximadamente 3 mil kilómetros. Está cubierta de una capa de hielo de entre 5 y 15 kilómetros de espesor y, según Hand, existen las suficientes evidencias para creer que debajo de ella hay un inmenso océano de agua líquida rica en sales.
Este océano sería de hasta unos 100 kilómetros de profundidad; en la Tierra el punto oceánico más profundo está a 11 kilómetros y se sabe que alberga en sus profundidades una superficie sólida de roca con surgencias volcánicas submarinas por donde salen gases y otros materiales que soportan bastante vida microbiana.