¿Cómo se convirtieron los dinosaurios en aves?

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Las aves que pueblan nuestro mundo en la actualidad descienden de un grupo de dinosaurios. ¿Qué capricho de la evolución tuvo que darse para que del enorme Tyrannosaurus rex descendieran pequeños pájaros y aves como las gallinas? La clave podría estar en 50 millones de años en los que los dinosaurios fueron encogiendo su tamaño.

La comunidad científica afirma que las aves modernas descienden de los terópodos: dinosaurios que andaban sobre dos patas y tenían tres dedos en sus extremidades. Sin embargo, desconocemos con exactitud cómo fue el proceso evolutivo por el que los dinosaurios se convirtieron en aves.

¿Sangre fría o sangre caliente?

Enrico Rezende, investigador del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad (CAPES) de la Universidad Católica de Chile, encabezó un estudio en el que se explicaba que los dinosaurios estuvieron durante millones y millones de generaciones disminuyendo su tamaño:

“La disminución de tamaño observada en los dinosaurios se explicaría por la transición que, por esa misma época, los llevó a cambiar la forma en la que regulan su temperatura corporal para poder sobrevivir, pasando de la ectotermia a la endotermia”.

Es decir, pasaron de ser animales de sangre fría a sangre caliente. Los animales ectotermos, como los reptiles o los peces, no pueden generar calor interno, así que dependen de su entorno para mantener una temperatura óptima. Por tanto, un ectotermo tendrá que refugiarse y apenas podrá tener actividad durante épocas de frío. En cambio, los animales endotermos, los de sangre caliente como las aves y los mamíferos, pueden regular y conservar su temperatura corporal. Esto les permite la actividad incluso con bajas temperaturas, pero a cambio de un gasto de energía considerable.

Para equilibrar los altos gastos energéticos, tienen más opciones de prosperar los animales endotermos de menor tamaño. Esta transición ha sido clave en el éxito de las pequeñas aves y mamíferos que se extienden por el planeta.

“Nosotros creemos que lo que pudo haber pasado, es que la disminución del tamaño en estos dinosaurios, que terminó en la aparición de las aves, fue el atajo energético que encontró la evolución para hacer esa transición con el menor costo posible”.

En el estudio publicado en la revista “Science Advances” se encargaron de analizar la filogenia desde los grandes terópodos como Tyrannosaurus rex, hasta las aves modernas.

“Combinamos un modelo de transferencia de calor con datos del tamaño del cuerpo de los terópodos para reconstruir la evolución de las tasas metabólicas”.

Los resultados demuestran que a medida que la tasa de metabolismo va subiendo (lo cual es indicativo de una transición a la sangre caliente), el tamaño de las especies va disminuyendo.

“Nosotros creemos que lo que pudo haber pasado, es que la disminución del tamaño en estos dinosaurios, que terminó en la aparición de las aves, fue el atajo energético que encontró la evolución para hacer esa transición con el menor costo posible”.

Este es el proceso lógico por el que los terópodos pasaron de pesar cientos de kilos a los 0,8 del Archaeopteryx, uno de los primeros pájaros conocidos. Parece que el proceso tuvo su momento destacado en la transición entre el Jurásico Temprano y el Medio, hace unos 180 millones de años, hasta hace unos 160 millones, época en la que vivió Aurornis xui, uno de los representantes más antiguos de los aviales. El proceso continuó hasta hace 66 millones de años, poco antes de la extinción de los dinosaurios, cuando se coloca cronológicamente a Asteriornis maastrichtensis, considerada la primera ave moderna.

La teoría está abierta a nuevas interpretaciones e investigaciones que apoyen lo sugerido. El siguiente paso podría ser reconstruir las condiciones paleoclimáticas en las que habitaron los fósiles analizados en el estudio. Si se puede confirmar que los considerados de sangre fría vivían en climas cálidos, sumaría validez a la investigación. Si, por el contrario, los fósiles de supuestos animales ectotermos habitaron en climas fríos, sería una contradicción a lo expuesto por Rezende y su equipo. De hecho, un estudio reciente defiende que la mayoría de terópodos pudieron ser de sangre caliente.

Este es uno de los temas más controvertidos y antiguos de la paleontología. Al igual que con el proceso clave por el que los dinosaurios evolucionaron hasta las aves modernas, tendremos que seguir atentos a nuevas investigaciones que vayan iluminando el camino del conocimiento de estos seres prehistóricos.

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