Científicos de la Universidad de Leicester, Inglaterra, desarrollaron una técnica para reciclar baterías de litio de una forma sostenible.
Se basa, esencialmente, en la utilización de aceite de cocina y agua. Permite purificar la masa negra de las baterías en minutos y a temperatura ambiente, sin necesidad de tratamientos térmicos ni ácidos corrosivos.
Reciclar baterías de litio con aceite y agua
Los investigadores desarrollaron una técnica sostenible para extraer metales valiosos de las baterías usadas utilizando una mezcla de agua y aceite de cocina.

La tecnología, que está en proceso de patente, permite purificar la “masa negra” de las baterías de iones de litio en minutos y a temperatura ambiente.
Esta masa negra es una mezcla de materiales del ánodo y el cátodo, junto con otros compuestos de bajo valor.
Dado el creciente uso de estas baterías en electrónica y vehículos eléctricos, este método podría representar una solución más económica y sostenible para el reciclaje, apoyando la transición hacia tecnologías ecológicas.

La investigación, liderada por el profesor Andy Abbott y el doctor Jake Yang en el marco del proyecto ReLiB de la Faraday Institution, logró recuperar metales de calidad para baterías.
Se hace mediante nanoemulsiones formadas a partir de una pequeña cantidad de aceite de cocina en agua.
Normalmente, el agua y el aceite no se mezclan sin la presencia de un agente emulsionante, como el jabón. Sin embargo, con la aplicación de ultrasonido se generan nano gotas de aceite estables durante semanas.
Estas gotitas de aceite tienen la propiedad de adherirse a la superficie del carbono presente en la masa negra, que fuinciona como un “pegamento” que une las partículas hidrofóbicas de grafito en conglomerados que flotan en el agua.
Mientras tanto, los valiosos óxidos metálicos de litio, níquel y cobalto permanecen en el fondo se pueden recolectar con facilidad.
Cuáles son los métodos de reciclaje actuales
Esta técnica representa una versión sostenible y ecológica a los métodos de reciclaje convencionales.
Estos últimos emplean altas temperaturas en hornos para quemar el grafito, lo que incrementa la huella de carbono de la cadena de valor de los vehículos eléctricos.
Además, se utilizan ácidos concentrados y corrosivos que reducen los materiales de alta calidad a precursores de baterías de menor valor.
En contraste, la técnica basada en emulsiones permite un reciclaje en circuito corto, preservando la estructura cristalina de los materiales recuperados.
Esto significa que los componentes pueden reutilizarse directamente en la fabricación de nuevas celdas de baterías sin necesidad de procesos adicionales, a diferencia de los métodos piro e hidrometalúrgicos.
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