El virus de la gripe aviar fue hallado entre págalos subantárticos que fueron encontrados muertos en las islas Georgia del Sur.
Los investigadores creen que el virus fue traído por algunas aves desde América del Sur.
El principal virus de la gripe aviar fue detectado por primera vez en la costa de la Antártida en aves marinas. La información fue confirmada por investigadores británicos, y señalaron que se trata de “un riesgo” para especies locales como los pingüinos.
La presencia del virus HPAI fue confirmada entre págalos subantárticos, una familia de aves marinas, según un comunicado publicado el lunes por el British Antarctic Survey (BAS), una organización a la que están adscritos investigadores británicos activos en esta región.
El planeta está viviendo “la peor epidemia de gripe aviar de la historia”, consignó NOTICIAS AMBIENTALES.
La presencia del virus en la Antártida es una “noticia dramática”, dijo en la red social X (antes Twitter) Michelle Wille, especialista en gripe aviar de la Universidad de Melbourne, Australia.
Los investigadores británicos tomaron muestras de los págalos subantárticos que había sido encontrados muertos en las islas Georgia del Sur, en alta mar, al este del extremo sur de América del Sur, pero que “no se encuentra estrictamente dentro de continente antártico”, aclararon.
Además, los investigadores creen que el virus fue traído por algunas aves desde América del Sur, una región que en los últimos dos años se vio afectada por la gripe aviar con decenas de millones de aves de corral condenadas al sacrificio, recordaron.
Los investigadores temen que el virus llegue al continente sur y amenace a algunas de las variedades de pingüinos que no viven en otros lugares y que, por lo tanto, nunca pudieron desarrollar inmunidad contra este patógeno, concluyeron.
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