El tiburón de Groenlandia, reconocido como uno de los animales más longevos del planeta con una vida estimada de más de 500 años, ha captado la atención científica por los mecanismos genéticos que le permiten alcanzar esta excepcional longevidad.
Un reciente estudio realizado por la Universidad de Tokio ha secuenciado el ADN de esta especie, identificando adaptaciones genéticas clave.
Hallazgos genéticos del animal más longevo
El estudio destacó la importancia de la vía NF-κB, un mecanismo molecular clave para la regulación de la proliferación celular, la reparación del ADN y la respuesta inmunológica. Esta vía está directamente relacionada con la reducción de la inflamación, un factor determinante en el envejecimiento y el desarrollo de enfermedades como el cáncer.
Además, se detectaron genes que inhiben la propagación de células cancerosas y fortalecen el sistema inmunológico. Gracias a estas adaptaciones genéticas, estos tiburones pueden alcanzar edades que superan los cinco siglos, con una madurez reproductiva que no llega hasta los 150 años.
Implicaciones científicas
Comprender los mecanismos biológicos del tiburón de Groenlandia ofrece valiosa información para la investigación en salud humana, abriendo posibilidades para desarrollar estrategias contra enfermedades relacionadas con el envejecimiento.
Además, este descubrimiento destaca la necesidad de conservar esta especie, que enfrenta vulnerabilidades debido a su lenta reproducción y cambios ambientales.
Este estudio no solo profundiza en la ciencia de la longevidad, sino que también fomenta el desarrollo de prácticas de conservación para proteger a estos fascinantes tiburones.
Características del tiburón de Groenlandia
El tiburón de Groenlandia es uno de los tiburones más grandes del mundo, comparable en tamaño a los tiburones blancos. Se sabe que pueden llegar a medir 6,4 metros de largo y pesar hasta 1.000 kg, aunque el tiburón de Groenlandia típico pesa unos 400 kg y mide entre 2,44 y 4,8 metros de largo.
Todos los tiburones son de sangre fría, pero esta especie en concreto prospera en un entorno gélido. Los tiburones de Groenlandia prefieren permanecer en aguas que oscilan entre -1 y 10 °C (30,2 y 50 °F), y migran a la parte más fría del agua cada temporada.
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