Un equipo internacional de astrónomos pudo observar mediante el uso del telescopio Hubble la evolución de una estrella en tiempo real y de captar, por primera vez, las etapas de calentamiento y enfriamiento de su renacimiento, según informó la Agencia Espacial Europea.
Aunque el universo está en constante cambio, según comentó la agencia, la mayoría de los procesos son demasiado lentos como para ser observados a lo largo de una vida humana, por lo que esto constituye ‘una excepción a la regla’.
‘La SAO 244567 es uno de los escasos ejemplos de una estrella que nos permite ser testigos de la evolución estelar en tiempo real’, señaló la autora principal del estudio, Nicole Reindl, de la Universidad británica de Leicester. Esa estrella, a 2.700 años luz de la Tierra, es la principal de la nebulosa Stringray.
Entre 1971 y 2002, la temperatura de su superficie se disparó hasta los cerca de 40 mil grados centígrados, pero las nuevas observaciones revelan que empezó a enfriarse y expandirse.
Esto, según la ESA, es inusual, pero no inaudito. Su rápido calentamiento podría explicarse si tuviera una masa inicial de tres o cuatro veces la del Sol, pero los datos apuntan a que tenía una similar
‘Este tipo de estrellas de poca masa generalmente evolucionan en escalas de tiempo mucho más amplias, por lo que el rápido calentamiento fue un misterio durante décadas’.
En 2014, Reindl y su equipo sugirieron que su calentamiento se debió a una breve ignición del helio fuera del núcleo estelar.
Y ahora las nuevas observaciones han confirmado ese flash, que la obligó a expandirse y a enfriarse de nuevo, y a volver a la fase anterior a su evolución.
‘La liberación de energía nuclear por el flash fuerza a una estrella ya muy compacta a regresar a dimensiones gigantes: un escenario de renacimiento’, ha declarado la experta.
A pesar de que todavía no se puede explicar totalmente su comportamiento, el perfeccionamiento de los cálculos podría ayudar a entender no solo esa estrella, sino proporcionar una visión más profunda de la evolución de las estrellas centrales de nebulosas planetarias.