La empresa chilena Freshwater presentó una máquina que permite convertir el aire en agua imitando en su interior el proceso que se realiza de forma natural en las nubes y que termina con la lluvia.
“Buscamos llevar agua de calidad a zonas remotas. El proyecto utiliza tecnología que produce agua del aire, agua atmosférica. Lo que hacemos es capturar las micropartículas de agua que se encuentran en la humedad relativa y por principio de condensación, la filtramos para entregar un agua de esta calidad“, explicó el director ejecutivo de la empresa, Héctor Pino.
La máquina, que analiza mediante un software las condiciones ambientales del entorno en el que se produce el proceso -el aire no tiene las mismas características a nivel del mar que en altura, por ejemplo-, también realiza otras labores que perfeccionan el producto final.
“El objetivo es entregar agua de calidad a personas que no pueden acceder a ella con facilidad o gozan de un agua que puede ser incluso mala para su salud. La máquina la procesa, la purifica y la filtra para entregar un producto de alta calidad”, incidió Pino.
El origen de la idea. La iniciativa surgió a partir de la enfermedad renal de la hija de Pino, que tenía problemas para depurar el agua que bebía y estaba complicando su salud.
“Ella necesitaba tomar agua purificada de calidad para mantener a raya a la enfermedad de los riñones con la que había nacido. Cuando surgió la idea, analizamos los datos y pensamos ‘y esto, que es tan sencillo y simple, ¿por qué no está en ningún lado?'”, confesó.
Ahora, el proyecto de Freshwater está implantado en 20 comunidades -en especial en el norte de Chile, una zona que tiene más problemas para conseguir agua- y llega a 2.400 personas.