El centro tecnológico Biodiversidad, Ecología y Tecnología y Gestión Ambiental y Alimentaria de la Universidad de Vic (Barcelona) lidera un proyecto para reducir el impacto en los ríos de los efluentes (líquidos) de las 3.460 minas abandonadas que hay en Europa.
El proyecto, que se denomina Life DEMINE, está financiado con más de 2 millones de euros por la Unión Europea y tendrá una duración de cuatro años, pretende desarrollar un tratamiento versátil e innovador para tratar las altas concentraciones de metales pesados o sales de los efluentes mineros antes de llegar al agua de los ríos.
El objetivo es que el nuevo sistema sea aplicable a cualquier mina, como las de sal y potasa de Súria, Cardona y Sallent, en Cataluña, las de carbón de Asturias, o las 3.460 instalaciones de residuos mineros cerradas y abandonadas que hay en toda Europa.
Según los investigadores, los efluentes procedentes de minas abandonadas pueden contener altas concentraciones de metales pesados o de sales, que se filtran a través del suelo y van a parar a los ríos, donde provocan un fuerte impacto en la biodiversidad y funcionamiento de estos ecosistemas.