Un nuevo estudio presenta evidencia en vรญdeo de que al menos una especie de sanguijuela terrestre puede saltar, un comportamiento que los cientรญficos han debatido durante mรกs de un siglo.
Investigadores del Natural History Museum, la Universidad de Fordham y el Medgar Evers College de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY) publicaron las imรกgenes y el anรกlisis correspondiente en la revista Biotropica.
“Creemos que esta es la primera evidencia convincente de que las sanguijuelas pueden saltar y lo hacen con un gasto de energรญa visible”, dijo en un comunicado la autora principal Mai Fahmy, cientรญfica visitante del Museo e investigadora postdoctoral en la Universidad de Fordham.
“Ha habido relatos anteriores de sanguijuelas saltando, incluso sobre personas, pero esos informes a menudo se explicaban como sanguijuelas que simplemente se adherรญan a los transeรบntes cuando rozaban arbustos o caรญan de una rama superior. Este estudio disipa ese argumento”.
Durante dos expediciones separadas a Madagascar en 2017 y en 2023, Fahmy grabรณ imรกgenes de sanguijuelas del gรฉnero Chtonobdella enroscรกndose en una hoja y luego despegando. Fahmy y el coautor Michael Tessler, profesor adjunto en el Medgar Evans College de CUNY e investigador asociado en el Museo, comparan este movimiento con una “cobra que se dobla hacia atrรกs” o con un resorte que se tira hacia atrรกs.
En ambos casos, la sanguijuela mantiene su cuerpo extendido mientras se eleva por el aire hasta el suelo, en un cambio notable con respecto a sus movimientos habituales de oruga medidora.
“Bรกsicamente, ejecuta un salto elegante pero con un aterrizaje aparentemente duro”, dijo Tessler.
Varios otros invertebrados similares a gusanos pueden saltar, incluidas las larvas sin patas de los mosquitos de las agallas (Asphondylia sp.), que adoptan una postura de bucle antes de impulsarse hacia el aire, las larvas de las moscas de la fruta mediterrรกneas (Ceratitis capitata), las “moscas saltadoras” (Prochyliza xanthostoma) y varias orugas, incluidas Lymantria monacha y Orgyia leucostigma.
Aunque los naturalistas y los biรณlogos especializados en sanguijuelas llevan mucho tiempo debatiendo sobre la capacidad de las sanguijuelas terrestres de la familia Haemadipsidae para saltar, y algunos han hecho observaciones de sanguijuelas saltando en sus notas de viaje, hasta ahora ha habido pocas pruebas concretas.
Fahmy recogiรณ la sanguijuela saltadora que observรณ en el viaje de 2023 y los investigadores la identificaron como Chtonobdella fallax, una especie comรบn en Madagascar. El grupo mรกs grande de sanguijuelas Chtonobdella al que pertenece C. fallax se puede encontrar en Madagascar, las Seychelles, el archipiรฉlago malayo y las islas del Pacรญfico Sur.
“No sabemos con quรฉ frecuencia puede ocurrir esto o si estas sanguijuelas utilizan esta capacidad para buscar huรฉspedes, pero, dado que captamos varios saltos en dos grabaciones breves, este comportamiento puede ser comรบn para esta especie”, dijo Tessler, que estudiรณ sanguijuelas extensamente como estudiante de posgrado en el programa de doctorado en biologรญa comparada en la Escuela de Posgrado Richard Gilder del Museo.
Comprender el comportamiento general de las sanguijuelas tambiรฉn es importante para los esfuerzos de conservaciรณn, ya que cada vez se capturan mรกs sanguijuelas (y, mรกs especรญficamente, la sangre que ingieren) para estudiar la biodiversidad de los vertebrados.
“Si podemos identificar cรณmo las sanguijuelas encuentran y se adhieren a sus huรฉspedes, podemos entender mejor los resultados de sus anรกlisis de contenido intestinal”, dijo Fahmy. “Las sanguijuelas tambiรฉn suelen pasarse por alto y no se estudian lo suficiente y, como parte natural del ecosistema, las sanguijuelas mismas pueden necesitar protecciรณn para la conservaciรณn”.
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