Vivimos en un mundo en el que estamos intentando dejar atrás nuestra dependencia de los combustibles fósiles. La energía solar fotovoltaica se presenta como una de las alternativas más prometedoras para ayudarnos a conseguir este objetivo. Sin embargo, los recursos tecnológicos actuales no impiden aprovecharla al máximo.
En el camino hacia la sostenibilidad, hemos construido desde la granja solar más grande del mundo y hasta estamos montando paneles en nuestros propios hogares. ¿El problema? En rendimiento de los paneles solares se ve afectado por la atenuación de la radiación solar y por las fases nocturnas. ¿Y si pudiéramos utilizar la energía solar todo el día?
De acuerdo a Vice, Ben Nowack, un ingeniero mecánico de 26 años confía en una particular solución: montar espejos en satélites para redirigir la luz solar captada en la órbita terrestre hacia zonas oscuras del planeta, es decir, donde los parques solares están inactivos por la noche. No obstante, su solución es muy diferente a los espejos domésticos.
Un espejo montado a un satélite (más o menos)
Si se utilizara un espejo tradicional, el diámetro iluminado en la tierra sería enorme. Nowack quería encontrar la forma de redirigir un haz de luz hacia puntos muy precisos en el planeta. La única forma de conseguirlo, según el joven ingeniero, es un con un colimador óptico. Se trata de un dispositivo que puede estrechar un haz y dirigirlo en una dirección específica.
En 2005 alguien había planteado una solución similar montando el colimador en un telescopio espacial gigante. Pero poner un dispositivo tan complejo en órbita es increíblemente complejo y caro. La solución, al menos sobre el papel, es crear una red de espejos de forma cónica conformada por miles de mosaicos y escalable a varios kilómetros de diámetro.
Nowack cree que ha resuelto gran parte de los desafíos de esta idea, pero todavía tiene muchos obstáculos por superar. El primero es probar estos mosaicos en la Estación Espacial Internacional para asegurarse de que el diseño es correcto. El siguiente es probar esta tecnología en un satélite específicamente diseñado para comprobar si es funcional a escala real.
Si todo sale de acuerdo a lo esperado, este joven ingeniero, que actualmente es el CEO de su propia compañía llamada CEO of Tons of Mirrors, cree que en el futuro podrían orbitar constelaciones de satélites con espejos capaces de redirigir la luz hacia granjas solares. Esto, como mencionamos arriba, les permitiría generar electricidad en cualquier momento del día.
Toca esperar para saber qué es lo que sucederá con el proyecto, que necesita de una financiación de 5 millones de dólares para dar el primer paso. Si se encamina a prosperar, queda por ver qué postura tomarán los astrónomos. Estos ya han manifestado su descontento por el brillo de los satélites de Starlink, lo que ha obligado a la compañía a introducir algunos cambios en la próxima generación de estos dispositivos.
Nowack ha demostrado un gran interés por la ciencia y la tecnología. Cuando tenía 14 años construyó un ROV submarino y más tarde un reactor nuclear pequeño. Después de graduarse de la universidad formó parte del equipo de SpaceX que se encargó de asegurarse que la cápsula Dragon 2 fuera segura para los astronautas.