Los científicos Rainer Weiss, Barry C. Barish y Kip S. Thorne, fueron galardonados ayer con el Premio Nobel de Física 2017 por su contribución en la detección y observación de las ondas gravitacionales, una perturbación del espacio-tiempo que había sido predicha por Albert Eistein hace más de un siglo, según anunció la Real Academia Sueca de las Ciencias.
‘Los tres galardonados han contribuido de forma inestimable a poner en marcha el Observatorio de Ondas Gravitacionales por Interferometría Láser (LIGO), la iniciativa que detectó por primera vez esas ondas el 14 de septiembre de 2015, en un proyecto en el que trabajan más de mil personas de distintos países’, explica el fallo.
‘Esa vibración, que llegó a la Tierra de forma extremadamente débil, provenía de la colisión de dos agujeros negros, sucedida hace 1.300 millones de años -explicó el jurado- y su medición es ya una prometedora revolución en la astrofísica’, agrega.
Este fenómeno cósmico había sido predicho por el científico Albert Einstein un siglo antes en su Teoría General de la Relatividad.
Weiss, Thorne y Barish trabajan en la Colaboración Científica LIGO y VIRGO, que une a los detectores del LIGO localizados en Livingston (Louisiana) y Hanford (Washington) y el detector franco-italiano VIRGO, localizado cerca de Pisa (Italia).
Rainer Weiss, que nació en Berlín en 1932, ejerce en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT); mientras que Barry Barish, nacido en Omaha (Estados Unidos) en 1936, trabaja en el Instituto de Tecnología de California (Caltech), junto a su colega Kip S. Thorpe, nacido en Logan (Estados Unidos) en 1949.